«La emancipación de la mujer ha obligado a los hombres a interrogarse sobre sí mismos y sobre la relación entre los sexos», asegura Rosa Villacastín. La periodista advierte de que la solución exige una redefinición para evitar «quedarse para siempre al otro lado del camino» y nuevas vías de diálogo con las mujeres. La autora de Querido imbécil ha-blará de esas nuevas formas de comunicación hoy, a las ocho de la tarde, en la Asociación de la Prensa de Cádiz.

La conferenciante duda si la crisis ha venido originada por la revolución impulsada por el feminismo o la propia evolución de la especie, pero, en cualquier caso, cree que la masculinidad se aprende y también puede transformarse. A ese respecto, advierte que las mujeres buscan individuos más sensibles. «Un hombre que esté dispuesto a reconocer la autoridad femenina, los vínculos que nos unen y los que no separan», indica, y aconseja a los varones que aprendan «cómo es la mujer realmente».

El cambio de valores no im-plica ser «dócil, blando o de-pendiente», puntualiza en su libro. A su juicio, hay que reconocer la masculinidad como una parte del cuerpo y la mente, pero no de un todo.

También señala que es necesario preservar los componentes del otro sexo que permanecen en el interior de los niños, puesto que ellos permitirán, posteriormente, comprender mejor a las mujeres y a sí mismos. Además, en opinión de Villacastín, los modelos impartidos por pa-dres y madres no han de ser excluyentes y su aporte conjunto permitirá superar el machismo.