Las obras de la central de ciclo combinado que construye Iberdrola en la localidad de Arcos se encuentran a punto de concluir. Tal es el caso que pronto la compañía necesitará la licencia de primera ocupación del grupo tercero que está llevando a cabo. En este camino la eléctrica ha encontrado la oposición del Ayuntamiento de Arcos, que ha solicitado una serie de documentación necesaria que deja en el aire la utilización, por lo menos momentánea, del citado grupo.

De este modo, se le exige la presentación de un total de diez documentos. Exactamente se solicitan los planos de construcción y proyectos de la industria implantada en Arcos que se relacionan en las certificaciones finales de obras emitidas en 2005, la concesión de agua y autorización de vertidos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la autorización de Política Energética y Minas sobre los estudios ambientales, el proyecto específico que incorpore medidas correctoras propuestas en el estudio de impacto ambiental, el acta de finalización de obras de las dos primeras fases, el registro de las torres de refrigeración de las instalaciones, la inscripción en el registro estatal de emisiones contaminantes, el informe de la Consejería de Medio Ambiente acerca del programa de vigilancia medioambiental y el plan de emergencia interior o de autoprotección de la central.

Ante estas circunstancias la compañía eléctrica ha reaccionado rápidamente y ha entregado al consistorio siete de las diez exigencias. De los tres que faltan, dos son los relativos a los planos y proyectos específicos de la central y el plan de emergencia interior. El otro, el informe de la Consejería de Medio Ambiente sobre vigilancia ambiental, la compañía se ha negado a entregarlo haciendo referencia a que ya lo ha hecho en la instancia superior a la que correspondía hacerlo.

El delegado municipal de Urbanismo, Joaquín Macías, ha querido dejar claro que «en diez días la compañía eléctrica debe de entregar esta documentación en el Ayuntamiento, de lo contrario podría ver peligrar la licencia de primera ocupación que tiene que otorgar este Consistorio». Además ha querido resaltar la importancia de la información que se le ha solicitado a Iberdrola ya que, de no cumplir con el requerimiento, en el peor de los casos, «podría verse obligada a un cierre transitorio hasta que no cumpliera con el municipio, pudiéndole acarrear eso unas perdidas entorno a 1.200.000 euros diarios».

El edil y portavoz socialista quiso dejar claro que «este Ayuntamiento tiene la obligación de salvaguardar la seguridad de sus ciudadanos y por ello vamos a comprobar que se cumplan todas las condiciones que exige la declaración de impacto medioambiental». Todo ello con el fin de «comprobar que todo está en condiciones para evitar posibles siniestros, y que en caso de producirse se tenga previsto como actuar».

Ante la actitud del Consistorio arcense, de no cumplir Iberdrola el requerimiento hecho por el mismo, sería fundamental el papel tanto del Ministerio de Industria como de la Junta de Andalucía, ya que el Ayuntamiento estaría obligado a poner en conocimiento de ambas instancias estas circunstancias. Administraciones que han sido las que han concedido todos los permisos para el funcionamiento de la central de ciclo combinado en Arcos.

Por su parte, la central está tratando de llegar a un acuerdo con el consorcio provincial de bomberos para que en caso de siniestros estos efectivos acudan al auxilio del centro eléctrico.