La sede de la Hermandad de La Burrita está cansada de sufrir las consecuencias de una mala conservación. La alcaldesa, Laura Seco, y el teniente de alcalde de Promoción de la Ciudad, Miguel Ángel Ruiz, mantuvieron ayer una reunión con los responsables de dicha organización religiosa para tratar de buscar una solución al mal estado de la casa hermandad, situada junto a la iglesia de San Miguel Arcángel, en la calle Jerez.

En el transcurso del encuentro el hermano mayor, José Luis Raposo, detalló la situación de deterioro que sufre el inmueble, que se encuentra clausurado desde hace dos meses y medio por el peligro que entrañaría cualquier desprendimiento.

La casa de hermandad tiene afectada su estructura superior, esto es, los techos, con lo cual unos días antes de la Semana Santa de este año se procedió a clausurar el local.

Por todo ello, los hermanos pidieron ayer a la alcaldesa una solución a la situación que atraviesan y el gobierno municipal se ha comprometido a acelerar los trámites para sopesar una posible restauración del local.

Para ello, va a solicitar a la Gerencia Municipal de Urbanismo un informe del estado técnico del inmueble así como del coste de dicha rehabilitación.

La alcaldesa se ha comprometido a que, una vez que el Gobierno local sepa a cuanto asciende el presupuesto del proyecto de mejora de la casa hermandad, valorará si las arcas municipales pueden asumir dicho gasto o en qué medida lo podría financiar.