El optimismo recibe este verano a los turistas que llegan por tierra, mar y aire a la provincia. Y no sólo por los buenos resultados de ocupación -un lleno generalizado-, sino porque en el sector se tiene la sensación de que este verano, y no otro, la industria afronta el comienzo de una nueva etapa en la que se tienen que colocar los cimientos del futuro. Los responsables de TUI y de Thomas Cook, los dos principales operadores internacionales en Cádiz, añaden, además, que esta temporada «todo el mundo va a salir ganando» (hoteles, campos de golf, operadores, sector turístico, sector servicios, economía de la zona, empleo...), quizá porque después de muchos años el modelo turístico de Cádiz ha tomado forma como producto propio y diferenciados de otras ofertas. Las perspectivas de crecimiento se sitúan en torno al 10/12%, como desde estas páginas se ha ido apuntando a lo largo del año, con el mercado nacional muy fuerte otra vez y un incremento también del 10 y 12% en Europa. Muchos de estos turistas que vendrán a Andalucía son los que en diciembre, enero y febrero decidieron no viajar a Turquía y a Egipto por la gripe aviar, las caricaturas, los atentados y la inestabilidad de la zona. El director general de Neckerman, Peter Wennel, recordó en Chiclana que esos viajeros «son prestados» y que, por lo tanto, la provincia se enfrenta a la oportunidad de fidelizarlos para temporada sucesivas con un buen servicio y con precios razonables, o perderlos para siempre (volverán a Turquía el año que viene si no se sienten satisfechos en todos los aspectos).

Este panorama se revela en un año en el que el turismo de la provincia ha crecido en más de 600 camas, con la inauguración de los dos grandes hoteles de Conil, que están a máximo rendimiento para este verano. También hay nuevos campos de golf, como el inaugurado esta semana en Chiclana (Lomas de Sancti Petri) y el Arcos Gardens (Arcos) y el de Puerto Real. Además de otros proyectos en desarrollo. Y el aeropuerto de Jerez vive su momento de mayor esplendor, con su crecimiento garantizado y con perspectivas de aumento de pasajeros objetivamente optimistas. Y todo esto tiene como resultado que las empresas turísticas (sólo campos de golf, hoteles, rent a cars, agencias de viajes, restaurantes, empresas de ocio) generen más de 20.000 puestos de trabajo directos y otros 40.000 indirectos. Es decir 60.000 empleos en una provincia con 380.000 trabajadores. Es el momento pues de tomar conciencia de la necesidad de seguir sumando esfuerzos y apoyos y de trabajar por afinar una oferta que, sobre todo, se tiene que apoyar en la calidad, el respeto medioambiental y el valor de la diversidad de una provincia superviviente, al menos por ahora, de la voracidad urbanística de los año 80 y 90.