El Hospital de Jerez practica entre cinco y siete donaciones cada año, cifra que se sitúa dentro de la media del resto de hospitales de Andalucía. Durante los primeros seis meses de 2006 se coordinaron desde el centro sanitario jerezano tres donaciones multiórganicas, la última hace apenas dos semanas. También se registró otra más en el Hospital Puerta del Mar de la capital gaditana. En total, en la provincia se registraron en lo que va de año 16 donaciones.

Según el coordinador de trasplantes del Hospital de Jerez, Francisco Carrizosa, «de la donación de una sóla persona, si está completamente sana, se pueden beneficiar como mínimo siete personas». Un hígado, dos pulmones, dos riñones, dos córneas, un páncreas, un corazón y, además, los múltiples tejidos del cuerpo humano.

Que las donaciones son necesarias nadie lo duda: «Entre un 5 y un 10% de los enfermos que esperan ser trasplantados, fallecen durante la espera», asegura Carrizosa, que lleva trabajando en este puesto desde hace cuatro años. «Seguimos teniendo un 17% de negativa familiar a donar los órganos de sus seres queridos, se nos escapa de las manos. Aunque España sea la primera potencia mundial en trasplantes, hay que seguir luchando».

El de Jerez es un hospital extractor, es decir, no realiza transplantes (excepto de médula ósea) sino que solamente extrae los órganos del donante. «En este centro, los nefrólogos, los oftalmólogos y los traumatólogos sí están capacitados para extraer riñones, córneas, huesos y tejidos». Para el resto de los órganos es necesario que acudan al centro equipos médicos especializados de Sevilla o de Córdoba. La intervención de extracción de un donante multiorgánico suele durar entre seis y diez horas.

Perfil del donante

Uno de los principales inconvenientes a los que se enfrenta el sistema de las donaciones es el de la edad de los donantes. La media ha aumentado en los últimos años hasta situarse hoy en los 50-51 años. De hecho, no hay edad límite para donar. Según Carrizosa, «en muchas ocasiones pueden donar algunos órganos y otros no. La edad reduce el número de órganos aptos para el trasplante».

Cuando se detecta un posible donante de órganos (tiene que haber fallecido de muerte cerebral en la UCI del centro hospitalario) se activa el protocolo de actuación en estos casos. Se habla con la familia del fallecido y se le informa de la situación. Para el responsable del centro jerezano: «Es lo más duro, lo más angustioso, porque te implicas con el sufrimiento de la familia». El consentimiento de la familia es una de las formas de convertirse en donante. La otra es que la persona haya hecho testamento vital, situación que se da en muy pocos casos.

El trabajo con las familias, que no se puede olvidar que acaban de perder un ser querido y en la mayoría de las veces, de forma traumática, es fundamental: «lo primero es hacer que la familia asuma el fallecimiento y se les explica que esa muerte, a la larga, sirve para algo. Cada uno reacciona de una forma distinta».

Destinatarios

Lo habitual es que los órganos que se han extraído en Jerez, por ejemplo, se destinen a donantes de las ciudades más cercanas. Hay excepciones: «Existen casos de urgencia cero, es decir, aquellas personas que necesitan un transplante en 24 horas o de lo contrario, fallecen». El órgano se envía entonces a cualquier lugar de España. Tras estos casos, en el orden de prioridades están los niños y los pacientes especiales, que tienen determinados grupos sanguíneos.