Los autores de uno de los libros más completos sobre las características e historia del buque-escuela Juan Sebastián de Elcano, José Cervera y Rafael Estrada, aseguran en su publicación que con ocasión de la composición del libro, hicieron un intento de saber si existe un himno al buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano.

Después de numerosas gestiones, los escritores aseguran en su libro que habían conseguido descubrir tal himno gracias a la ayuda de un viejo contramaestre que les recitó incluso la letra: «El Juan Sebastián de Elcano tiene mucha arboladura, por eso sus marineros tiene la cara tan dura. Aferra trinquete y vuelve a aferrar, que somos marineros del Juan Sebastián».

Otra de las anécdotas del Juan Sebastián de Elcano, recogidas en esa publicación, cuenta la situación vivida en una ocasión cuando «el buque escuela atracó en un puerto norteamericano; expectativas de una estancia feliz; la población, un híbrido de hispanidad y gentes de aspecto cordial. Varios guardiamarinas francos de paseo entran en un pub y se instalan en la barra».

A los pocos segundos de que los jóvenes guardiamarinas se ubicasen en la barra del bar, apareció una señora muy obesa, «momento en el que uno de los alumnos exclama, amparado por la impunidad del castellano en Estados Unidos, ¿No está gorda ni nada esta señora!», a lo que la señora contestó en perfecto castellano: «¿Y a ti qué narices te importa, muchacho!» La situación, un tanto surrealista, pero muy divertida, terminó con un guardiamarina totalmente avergonzado tomándose un whisky con la señora un poco ofendida pero en muy buena armonía.