Paralelo al desarrollo de sus obras de ampliación, el Aeropuerto de Jerez diseña su estrategia para trabajar con sus nuevas capacidades y los espacios que aún están infrautilizados. Una de sus apuestas para los próximos años es empezar a sacar partido del tráfico de mercancías, una actividad casi inexistente hoy en la terminal de La Parra, muy concentrada en su vocación turística y volcada en el movimiento de pasajeros. El año pasado, el Aeropuerto registró apenas 239 toneladas de mercancías, frente a las 6.360 de Sevilla y las 5.493 de Málaga.

Mercancías

La terminal gaditana, según apuntaron fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), quiere aprovechar los terrenos de los que dispone en la antigua base militar para captar el interés de las grandes industrias gaditanas, que presentan necesidades de transporte para grandes tonelajes. Es el caso de los sectores de la aeronáutica y la automoción, de la peor situada industria naval, e incluso de la producción agrícola en la campiña de Jerez y la Costa Noroeste.

Al menos una gran multinacional ha expresado ya su interés por invertir en el transporte de mercancías en el aeropuerto gaditana. La compañía alemana Lufthansa, primera aerolínea en tráfico de pasajeros del mundo (36 millones de clientes anuales), estudia construir una base de carga en Jerez, después de que representantes de la firma hayan estudiado sobre el terreno las opciones de este nuevo negocio, según anunciaron fuentes próximas a la operación.

Aunque todavía no ha concretado su proyecto, el interés de Lufthansa es instalar sus hangares de carga en Jerez a partir del próximo año, cuando finalicen las obras de ampliación que en estos meses tienen patas arriba el complejo.

El tráfico de mercancías, al igual que ocurre en los puertos marítimos, reporta en las terminales aeroportuarias ingresos por aterrizajes, tasas y kilos desembarcados, y servirá a la instalación de La Parra para diversificar su negocio.