El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) salió ayer en defensa del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska tras las críticas recibidas por imputar al dirigente del PNV Gorka Aguirre y ordenar la detención dos empresarios navarros por la trama de extorsión a ETA. La comisión permanente del Poder Judicial acordó ayer un escrito en el que pide que cesen «los ataques personales» que buscan «deslegitimar» la actuación del instructor. Según el órgano de gobierno de los jueces, «el cúmulo de descalificaciones realizadas por distintos responsables políticos» al trabajo de Grande-Marlaska no están amparadas en la «siempre lícita y deseable» libertad para criticar las resoluciones judiciales. Estas descalificaciones -entiende el CGPJ- han «sobrepasado los mínimos cánones de racionalidad» y «resultan incompatibles con el debido respeto al Poder Judicial». El escrito asegura que los ataques no han buscado «la crítica de las resoluciones», sino «la deslegitimación social del magistrado». El texto de apoyo a Grande-Marlaska contó el voto en contra de dos de los magistrados de la minoría progresista.