La juez titular del Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid, Milagros Aparicio, decidió ayer estimar parcialmente la demanda interpuesta por Ramón Calderón y dictaminó paralizar el voto por correo enviado por las candidaturas a las elecciones del Real Madrid. Sólo serán válidos por tanto, aparte de los presenciales, los votos por correo recibidos en la sede del Real Madrid hasta ayer martes a las 09.30 horas y los enviados a partir de ahora personalmente por los socios a través de Correos, tras un auto judicial que garantiza la limpieza en la cita electoral del 2 de julio ante las irregularidades detectadas en el sufragio a distancia.

La juez reconoce que con el sistema de voto por correo recogido en los estatutos del Madrid no se podría garantizar la autenticidad ni confidencialidad del voto, es decir, que el sufragio emitido por un socio en su domicilio fuese el mismo que llegase al club. «Resulta evidente la endeblez de garantías del voto emitido por correo si se compara con el sistema reglado en la Ley Orgánica del Régimen General Electoral donde se prohíbe expresamente la admisión a estos efectos de fotocopia del DNI y se exige, entre otros requisitos, la comprobación por el empleado de correos no sólo la identificación del votante a través de la exhibición del DNI sino la coincidencia de firmas...», destaca la magistrada. Según la juez, la norma XV de los estatutos del Real Madrid que regula el proceso electoral «no contempla ni por aproximación garantía similar para asegurar la identidad del socio y la votación libre, directa y secreta del mismo».

«Decidir sin coacciones»

«En las candidaturas de Villar Mir y Juan Palacios hay ahora un gran revuelo, saliendo como locos con cajas de votos para llevarlas a la estafeta de Correos, pero todos los que no estén franqueados antes de la hora fijada por la juez no tendrán validez», aseguró Ramón Calderón tras conocer la resolución de la juez. El abogado y ex directivo madridista fue el único de los cinco candidatos que acudió a los tribunales de justicia para intentar poner fin a lo que consideraba una «aberración» y «barbaridad» admitida en los estatutos del Real Madrid, y que en su opinión estaba destinada a adulterar los comicios.

«Ahora los socios podrán decidir sin coacciones, prebendas ni amenazas, y el presidente elegido no resultará de la compra de voluntades», se congratuló Calderón, quien acusa a Villar Mir y Juan Palacios de «gastarse entre 9 y 10 millones de euros en tratar de comprar la voluntad de los socios». «Estos candidatos no tienen convicciones democráticas», lamentó Calderón, convencido de que el próximo domingo «los socios van a castigarlos todavía más». «Ahora empieza otro partido y tengo más opciones que los demás».