El obispo de Jerez, Juan del Río, dijo hoy en el funeral por Rocío Jurado , celebrado en Santuario de la Virgen de Regla, en Chipiona que se ha quebrado "la voz de España y de Andalucía, pero ha nacido el silencio sonoro".

Las primeras palabras de la homilía del obispo fueron: "El que cree en Mí, aunque haya muerto vivirá: esta fue la fe de Rocío , la fe cristiana, y damos sepultura hoy a una mujer de nuestro pueblo que creyó en Jesucristo y en él confió."

Del Río dijo de la cantante que "la comunión le reconfortó; como ella misma dijo la muerte es el peaje que se paga por vivir y ha sido muy duro el peaje de estos dos años" en alusión a la larga y penosa enfermedad de la cantante y a cómo ella ha luchado por sobreponerse.

"Amaba la vida y cantó a la vida; habló de la familia con pasión y creía en ella y testimonió siempre sus creencias religiosas y su amor a la Santísima Virgen de Regla; nunca ocultó su fe" y la vivió "con esa naturalidad de la gente de nuestro pueblo" a pesar de haberse desenvuelto en un mundo de artistas y espectáculo, señaló el obispo.

"Veía la vida como un don de Dios; seguro que ella cantaría bien la entrada en las marismas eternas", aseguró Del Río, quien añadió que la cantante "definía la vida como vivir siempre, abrir los ojos cada día y sentirse amada".

Dirigiéndose a los familiares más próximos, que escucharon sus palabras con lágrimas de desconsuelo, afirmó: "Sólo tenemos una palabra de consuelo, confiad en Dios, en ese Dios que ella proclamó no sólo con la palabra sino también haciendo tanto bien aquí en Chipiona y en otros sitios."

"Su ausencia llena de lágrimas vuestros ojos y nuestros corazones, pero ella no está muerta porque vive en Dios; la muerte es el paso necesario para entrar en esa orilla donde está la alegría eterna", añadió el obispo.

"A los pies de la Virgen de Regla con todo el pueblo de Chipiona, Andalucía y España podemos decir quédate con nosotros Rocío porque el Señor ha sido bueno y te ha entregado a la Paz; descanse en paz esta mujer de bien, esta creyente", concluyó el obispo.

Durante la misa, flanquearon el ataúd de Rocío Jurado sus familiares más cercanos, todos enlutados y llorosos, y entre los cientos de personas que siguieron la ceremonia en el santuario se encontraban representantes de la política, como la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez; del espectáculo, como los cantantes Isabel Pantoja y Julio Iglesias, y del toreo, como el matador retirado Curro Romero.

Fuera, miles de chipioneros y admiradores aguardaban bajo un sol de justicia la salida del féretro, para acompañarlo al cementerio de San José.