El accidente de autobús ocurrido en la autovía A-1, a la altura de Pedrezuela (Madrid), en el que han muerto siete personas y otras 28 han resultado heridas, es el tercero más grave de los registrados en España desde el año 2000.

En enero de 2005 se registró otro accidente de gravedad y características similares, cuando seis ciudadanos marroquíes murieron al salirse de la vía, a la altura de Quintanapalla (Burgos), el autobús en el que viajaban por la AP-1 y que realizaba el trayecto París-Casablanca (Marruecos).

En este periodo de tiempo, el siniestro con más víctimas tuvo lugar el 6 de julio de 2000, cuando un autobús de estudiantes catalanes y un camión chocaron en la N-122, en el término municipal de Golmayo (Soria), y murieron veintiocho personas y otras trece resultaron heridas graves, la mayoría adolescentes. Los escolares se dirigían a un campamento de verano en Aranda de Duero (Burgos).

El 14 de noviembre de 2001, veinte jubilados murieron y 22 resultaron heridos al salirse de la carretera, en el término municipal de Villarrasa (Huelva), el autobús en el que viajaban.

También en 2001, en febrero, siete personas murieron y doce resultaron heridas al salirse de la N-VI, a la altura de Orbigo (Avila), el autobús en el que viajaban hacia Madrid. Las víctimas eran miembros de la Compañía Lírica Española.

Otro accidente de importancia se registró el 28 de abril de 2003, cuando seis personas murieron y 33 sufrieron heridas al chocar un autobús de línea contra el pilar central de un puente en la A-2 en Pina de Ebro (Zaragoza).

En los últimos diez años, se han producido otros once siniestros con más de seis muertos en los que se han visto implicados autocares, y el más grave de ellos fue el 19 de septiembre de 1999, cuando fallecieron treinta y tres personas -la mayoría ancianos- y 20 sufrieron heridas al salirse de la carretera a la altura de la localidad zaragozana de La Muela un autocar de línea.