Joaquín Caparrós, entrenador del Deportivo de La Coruña, pidió ayer la máxima intensidad a sus jugadores para afrontar el encuentro de esta tarde, ya que como reconoció, «somos conscientes de que queda muy poquito, hay poco tiempo para rectificar y cualquier error en el juego o en la actitud nos puede costar caro», señaló.

El técnico deportivista confía, en este sentido, en que sus pupilos muestren en el Ramón de Carranza la misma solidez que han exhibido durante todo el campeonato fuera de casa, donde los deportivistas han sumado 28 de sus 51 puntos.

«Todo pasa por hacer ese partido que hemos fuera de casa en casi todo el campeonato y vamos a poner todos los medios para ello, no nos pueden ganar en motivación y actitud, y sabemos que su motivación y actitud van a ser de diez, porque se juegan la mayor desgracia que le puede pasar a un equipo de fútbol, bajar de categoría», añadió.

No obstante, Caparrós, restó importancia a un posible traspiés de los coruñeses, ya que como insistió «mientras que matemáticamente haya opciones, no hay nada definitivo».

Con relación al encuentro con el Cádiz, que el técnico prevé «muy intenso», el preparador blanquiazul espera que sus jugadores no se dejen influir por el ambiente que se espera en las gradas.

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