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Domingo, 23 de abril de 2006
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DEPORTES
Cádiz C.F.
Esto es Cádiz y aquí hay que... ganar
El Cádiz necesita romper sus malos números en Carranza para seguir soñando con la permanencia El Deportivo, segundo mejor equipo a domicilio de la Liga, un duro escollo en el camino hacia la salvación
Esto es Cádiz y aquí hay que... ganar
OTRA CARA. La victoria ante el Zaragoza ha devuelto la alegría a los jugadores. / FRANCIS JIMÉNEZ
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Comienza el esprint final para el Cádiz. Restan cinco partidos para que finalice el campeonato liguero, particular Maratón de las Arenas para el equipo de Víctor Espárrago, y ya no sirve de nada mirar hacia atrás. Las lesiones, los baches de resultados o las decisiones arbitrales padecidas no son más que polvo que se ha ido quedando en el camino hacia la salvación, en el que ahora se interpone un duro escollo como el Deportivo de La Coruña. Todas y cada una de las veinte mil almas que se darán cita hoy en el Ramón de Carranza hubieran firmado a principio de temporada ocupar esta posición de salida en el pit lane del epílogo de temporada. Las cuentas salen, el Cádiz lo tiene en sus manos, pero no se puede fallar más en los partidos como local, el

principal lastre que arrastra el equipo amarillo en su reencuentro con la Liga de las Estrellas. Esto es Cádiz y aquí hay que...ganar.

Tres únicas victorias ante su público, con quince puntos en total, sitúan al cuadro cadista como el segundo peor equipo de la competición en este aspecto -sólo superado por el colista, el Málaga-. Y lo peor no es eso. Lo peor es que la estadística del rival en este antepenúltimo asalto por la permanencia en Carranza es totalmente antagónica. Los pupilos de Joaquín Caparrós, que se juegan sus opciones europeas, están salvando la temporada gracias a su gran rendimiento lejos de Riazor. Actualmente es el segundo mejor equipo de la Liga a domicilio -únicamente por detrás del líder, el Barcelona- y acumulan un total de ocho victorias en sus desplazamientos (Getafe, Betis, Osasuna, Athletic, Celta, Sevilla, Racing y Mallorca). Sin duda alguna, un mal compañero de baile.

Jornada de transistores

Si a ello le añadimos los resultados que se dieron en los partidos adelantados al día de ayer, la necesidad de victoria se hace más perentoria aún sí cabe. La Real Sociedad se aleja a siete puntos pero la derrota del Alavés le deja a tiro de piedra en la tabla. Es turno de transistores, de estar atentos a lo que ocurra en Montjuic (Espanyol-Betis), El Sardinero (Racing-Getafe) y Son Moix (Mallorca-Osasuna), donde a partir de ahora se empieza a compartir la angustia por estar un año más entre los grandes del fútbol nacional.

La historia, por su parte, está con el Cádiz, una auténtica bestia negra para el Dépor. Desde que se vieran las caras por primera en la fase de ascenso a Primera en la temporada 39/40, los gallegos fueron acumulando derrota tras derrota en la Tacita de Plata hasta llegar a la decena. Bebeto terminó con el maleficio en 1993 (0-3). Así, los Quevedo, Kiko, Barla, Mejías o Carvallo no estarán sobre el césped, pero su espíritu sí debe

permanecer latente. Como el de la afición, que representa fehacientemente la unión que existe en la actualidad en el seno de la familia cadista e intentará llevar en volandas al equipo desde el pitido inicial del choque. El Ramón de Carranza registrará un lleno hasta la bandera y son varias las opciones que se han promovido durante la semana para que la plantilla sienta el calor de los seguidores desde antes incluso del partido: concentraciones, banderas especiales, tifos y una asignatura pendiente hasta el momento en Primera, que la fiesta se inicie en el calentamiento y no cuando el balón eche a rodar.

Sin novedades en el once

Será entonces cuando aparezcan los verdaderos protagonistas, los encargados de hacer realidad los sueños de los seguidores, los futbolistas. Y ahí Espárrago lo tiene bien claro. No es bueno mover lo que funciona. Equipo que gana, equipo que sigue jugando. La recuperación de hombres tan importantes esta temporada como Bezares y Raúl López no sacará del once ni a Roberto Suárez ni a Alejandro Varela, partícipes en la victoria de la semana pasada en tierras mañas, que representó el principal impulso para seguir creyendo en el milagro. Con Vella asentándose en el flanco derecho y De Quintana y Paz obligando a Víctor Espárrago con su rendimiento a olvidarse de las rotaciones en los centrales, el centro de las operaciones ofensivas en ataque volverá a ser Lucas Lobos, el Mesías llegado desde Argentina para guiar al Cádiz hacia la tierra prometida -la salvación-. Junto a él, su mejor socio, Matías Pavoni, y dos lanzaderas como Jonathan Sesma y Enrique, que intentarán hacer daño a la zaga blanquiazul con su velocidad.

En el Deportivo no están las cosas como para tirar cohetes. Las grave lesión del canario Valerón le restó gran parte del porcentaje de opciones de luchar entre los grandes, y el divorcio definitivo de Diego Tristán, no ya sólo con el entorno deportivista, sino con la directiva y el cuerpo técnico, está enrareciendo el ambiente en estas últimas jornadas. Caparrós no podrá contar con dos piezas claves en su engranaje como Sergio y Munitis y apostará por un once inicial más táctico, con Romero de interior izquierda, y la duda de Juanma o Manuel Pablo en la defensa. Su propósito, jugar la baza del contraataque con Arizmendi y crear peligro en las acciones a balón parado.



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