La Inmaculada, pintada en Cádiz por Murillo en los últimos años de su vida, se encuentra ya en el Monasterio de Santa María de Valbuena (Valladolid), donde la Fundación las Edades del Hombre tiene sus talleres, para ser restaurada. «Lleva aquí cuatro días -explica el secretario general de la fundación castellano-leonesa, Juan Álvarez Quevedo-, ahora tenemos que elaborar una propuesta de restauración y enviarla a Cádiz para que le den el visto bueno».

El próximo día 19 se cumplirá un año desde que la obra, una de las mayores joyas del arte sacro gaditano, fuese llevada directamente desde el retablo mayor del Oratorio de San Felipe Neri hasta la Catedral de la Almudena, en Madrid, para participar en la exposición que conmemoraba el 150 aniversario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción. Una muestra organizada por la Fundación Las Edades del Hombre y la Conferencia Episcopal Española, transcurrida la cual la pintura, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía, sería restaurada a cargo de la Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural, tal y como esta se había comprometido a hacer.

Así, desde el pasado ocho de octubre -fecha en la que concluyó la mencionada exposición- La Inmaculada Concepción se encontraba bajo la custodia de la Conferencia Espiscopal mientras se decidía qué taller de restauración era el más idóneo para encargarse de su reparación. Una decisión que se prolongó durante meses porque, aunque en un primer momento se pensó que fuese el propio taller de las Edades del Hombre quien la acometiese, posteriormente se barajó el nombre de un prestigioso restaurador madrileño. Debido a la complicada agenda de este último, que retrasaría aún más la devolución del cuadro al Obispado de Cádiz, se volvió a la primera opción; a la del Monasterio de Santa María de Valbuena, donde la Fundación las Edades del Hombre tiene su sede.

¿Regreso al Oratorio?

«Cuando recibamos el informe de los restauradores, primero será la Comisión Diocesana quien tenga que aprobarlo y, después, la Comisión Provincial», comenta José Carlos García Solano, responsable de Patrimonio del Obispado de Cádiz, quien, una vez que ya se sabe que el Oratorio pasará a manos de la Junta para la conmemoración del 2012, no ha aclarado qué lugar de Cádiz será el elegido para acoger el cuadro cuando esté restaurado.