Los bomberos italianos hallaron el sábado en una zona rural del norte de Italia el cuerpo sin vida de Tommasso Onofrio, el niño de 18 meses secuestrado el pasado día 2 de marzo en su casa de Calabaroncolo, cerca de Parma, por dos hombres armados, según la agencia italiana Ansa.

Esta fuente afirma que las confesiones en el día de ayer de los sospechosos Mario Alessi y Salvatore Raimondi, supuestamente implicados en el rapto, facilitaron la búsqueda del menor, que perdió la vida en los primeros días del rapto a consecuencia de un fuerte golpe, según estas informaciones.

Uno de estos sospechosos detenidos en relación con el secuestro del bebé confesó el mismo sábado a la Policía que el niño estaba muerto, según las agencias de noticias Apcom y ANSA.

El niño, Tommaso Onofri, era epiléptico. Fue secuestrado el pasado 2 de marzo de su casa en Calabaroncolo, cerca de Parma, después de que sus padres indicaran que fue capturado por dos hombres armados.

El fiscal Enrico di Nicola indicó ayer en un comunicado que dos hombres y una mujer fueron detenidos en relación con el secuestro. Los investigadores informaron de que estaban considerando la posibilidad de que el secuestro formase parte de una venganza contra el padre, trabajador del Banco de Crédito italiano.

Paolo Onofri, padre del niño fue interrogado la semana pasada después de que la Policía encontrase imágenes pornográficas de niños. El hombre indicó que había estado recopilando este material para presentar una queja ante las autoridades.

El caso de Onofrio, que fue tomado como rehén después de que sus captores maniatarán a sus padres en el interior de su casa, causó una importante conmoción en el país transalpino. Incluso el Papa Benedicto XVI pidió la liberación inmediata e incondicional del niño días después de su rapto.

Lo mató "porque no aguantaba su llanto"

Distintos medios italianos han asegurado hoy, horas después del hallazgo del cadáver del bebé Tommasso Onofrio, que Mario Alessi, uno de los supuestos secuestradores admitió haber matado al menor "porque no aguantaba su llanto".

Según el diario La Repubblica, Alessi declaró en el juzgado de Parma que le golpeó con una pala porque "no podía aguantarlo más". "Los demás no estaban de acuerdo con ello", admitió Alessi.

Raimondi declaró con anterioridad, aunque sólo al final admitió los hechos. Los medios italianos barajan la posibilidad de que el propio Raimondi acusase desde un principio a Alessi, de 44 años y padre de un niño.