Por la dignidad de Cádiz y Andalucía

El hecho diferencial de Andalucía, la 'deuda histórica', ha sido reivindicación durante 28 años. Nuestra comunidad y, también nuestra provincia, precisan de solidaridad dadas las circunstancias socioeconómicas de nuestra tierra, resultantes de un déficit histórico en relación a otros pueblos de España. Esa necesidad de justicia retributiva ha quedado de manifiesto en la Disposición Adicional Segunda del Estatuto de Carmona de 1981, al declarar que «los Presupuestos Generales del Estado deben consignar con especificación de su destino y como fuentes excepcionales de financiación, unas asignaciones complementarias» destinadas, de manera preferente, a los servicios sanitarios, educativos y al acceso a la vivienda. El Estatuto de Autonomía, aprobado en referéndum en febrero de 2007, recoge la letra y el espíritu del texto original.

Hace unas semanas, los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Juan Antonio Griñán han enterrado una reivindicación histórica con un pacto que traiciona los intereses de los andaluces y los gaditanos y pisotea nuestra dignidad.

De manera inmediata, los efectos de la ignominia son devastadores. Con la crisis económica arreciando, con un millón de desempleados, el pago en especie impedirá la inversión de en torno a 500 millones de euros consignados en los Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2010. Esto supone, de facto, un recorte en los derechos sociales.

La provincia, que supera los 168.000 desempleados, con un incremento del paro seis veces mayor que el registrado en Andalucía, sufrirá especialmente las consecuencias de una estafa urdida entre los gobiernos central y regional. En primer lugar, se nos escamotean 27 millones de euros destinados, inicialmente, a la remodelación de los hospitales de Algeciras, La Línea, Jerez y Puerto Real, entre otros; además de quedar en suspenso la construcción de centros de salud y la remodelación de residencias de mayores en diferentes puntos geográficos gaditanos. Por otra parte, y pese a que no contamos con un kilómetro nuevo de autovía en las dos últimas legislaturas, se da carpetazo a proyectos de infraestructuras como los accesos a la costa noroeste (Chipiona-Rota-El Puerto, el puerto deportivo de Chipiona), la Jerez-Rota y la mejora de la A-2003 (Jerez-La Barca-San José del Valle). Además, Gobierno y Junta han hecho un daño especialmente grave a los intereses de Cádiz capital, al pagar parte de la 'deuda histórica' con dos solares que el Ayuntamiento de la ciudad reclama como propios en un ejerció de oposición desde el poder que se antoja irresponsable y torticero por parte de las administraciones socialistas.

Ante el agravio sufrido, el PSOE andaluz no puede tratar de silenciar las voces de protestas de miles de gaditanos y andaluces. La resignación y el conformismo se encuentran detrás de los tres grandes fracasos de la política autonómica de los últimos treinta años, sólo superados ahora por el pacto de la vergüenza entre Zapatero y Griñán. En 1980 estábamos los últimos en crecimiento económico y en la generación de puestos de trabajo y hoy seguimos los últimos. Continuamos en la cola en cuanto a la calidad de la educación y, finalmente, los andaluces no tenemos las mismas oportunidades.

La prosperidad de nuestra tierra sólo es posible si plantamos cara a unas administraciones que, de modo reiterado, discriminan a los gaditanos y les niegan el pan y la sal. El Partido Popular de Cádiz (PP) exige el cumplimiento del Estatuto de Autonomía. Nunca antes había tenido tanto sentido el «andaluces, levantaos». El Partido Popular gaditano lo hará y lo defenderá hasta las últimas consecuencias que se defienda hasta las últimas consecuencias que se repare el daño de una decisión que devuelve a Andalucía y a Cádiz a tiempos predemocráticos. La dignidad de Andalucía y Cádiz bien merece el esfuerzo de todos.