Crisol cita a los afectados por la paralización de las obras de Vistalegre

La percepción sobre lo que está sucediendo con las obras de las viviendas de Protección Oficial de Vistalaegre, que tendrían que haber sido entregadas hace ya diez meses y que están paralizadas, varía en función de quien opine. Así, mientras el Ayuntamiento asegura que el problema está ya solucionado, las 84 familias afectadas no lo se lo acaban de creer y exigen la reanudación inmediata de los trabajos.

Por ese motivo, el delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, y el director de Política Fiscal y Financiera del Ayuntamiento, Cornelio Vega, han convocado para hoy, a las doce del mediodía, a los vecinos afectados para tratar de tranquilizarles explicándoles el acuerdo al que han llegado con la empresa encargada del poyecto, Guamar S.A.

La razón por la que están paradas las obras es una deuda que el Consistorio tiene con Guamar y que, según los vecinos, podría superar los 350.000 euros, un dinero sin el que, al parecer, no puede continuar con los trabajos de alumbrado, acerados y otros elementos de la urbanización pendientes. El Gobierno local culpa de la situación a Fabicón S.L, empresa que se ha encargado de levantar los edificos propiamente dichos y a la que no se la ha concedido la licencia de primera ocupación porque, según señala, no ha entregado una documentación requerida. La constructora, sin embargo, afirma que su trabajo (correspondiente al 97% de las ejecuciones) está concluido; o al menos así consta en los informes correspondientes que han sido entregados a la comunidad.

Sea como fuere, tanto Juan Pedro Crisol como Cornelio Vega explicarán a las familias afectadas por la paralización de estas obras, que tendrían que haber sido entregadas en agosto del año pasado, que el Ayuntamiento ha llegado a un principio de acuerdo con la empresa para el pago de la deuda y que en los próximos días se abonará una parte de la misma. La constructora, por su parte, se habría comprometido a retomar los trabajos una vez que haya cobado ese dinero.

Son 84 las familias afectadas por esta situación. Aseguran que muchas de ellas están sufriendo problemas graves por culpa de este retraso. Así, las hay que han tenido que recurrir a alquileres para no verse en la calle y otras que se han visto obligadas a vivir en casas de parientes al haber vendido o desocupado su anterior inmueble.