Teatro del Mentidero lleva el 'Espacio' de Juan Ramón al Gran Teatro Falla

«La Florida es, como usted sabe, un arrecife absolutamente llano y, por lo tanto, su espacio atmosférico es y se siente inmensamente inmenso. Pues en 1941, saliendo yo de casi nuevo, resucitado casi, del Hospital de la Universidad de Miami, una embriaguez rapsódica, una fuga incontenible, empezó a dictarme un problema de espacio, en una sola e interminable estrofa de verso mayor». En un luminoso apartamento de Coral Gables, en Miami, y ante el desquicio de la distancia, Juan Ramón Jiménez dio a luz una de las obras calificada por Octavio Paz como techo de la literatura universal. Era Espacio, una autobiografía lírica, «una espiral sin comienzo ni fin, sin continuidad» según Ramón Rivero, que trae mañana a las tablas del Gran Teatro Falla el montaje de los gaditanos Teatro del Mentidero.

El universo del Premio Nobel llegó justamente por medio de las infinitas dimensiones del cosmos. Los gaditanos recuperan esta obra que estrenaron en Cádiz en 1981. En aquella época, la compañía no contaba en sus filas con Santiago Escalante, que combina la memoria de Rivero con un nuevo montaje», una coreografía en la que bailan el propio Ramón Rivero, el actor de Marrakech Youssef Boukrim y la mezzosoprano Ana Rosa Díez.

«En el texto están presentes todas las referencias del mundo interior de Juan Ramón: la mujer, la naturaleza...», dice Rivero. Pese a lo cíclico casi cósmico de la obra, se reconoce, según el actor, la intimidad del de Moguer en el psiquiátrico de la Universidad de Miami. «Hay un arcángel de color, que finalmente es un celador y una novia que canta ópera, que finalmente es una loca que está encerrada». Sobre estos ejes escénicos, Teatro del mentidero plantea un paralelismo entre Espacio «que va negando» y 2001 Odisea en el espacio de Kubrik, que va «buscando lo que va negando», dijo ayer el actor en la presentación de la obra, rodeado del concejal de Cultura Antonio Castillo, el gerente de Teatros de Cádiz, José Vélez y Youssef Boukrim. «Todo comienza en un jardín maravilloso, merendero de los dioses y en 55 minutos se degrada todo. ya no hay merendero ni naranjos en flor». Así, la propuesta estrenada en Málaga en el teatro Cánovas, planteará en escena el primero de los tres fragmentos de la obra.

Próximamente, la compañía conmemorará la desaparición de Fernando Quiñones con la puesta en escena de Si yo les contara, en el Teatro de las Cortes de Chiclana.

apaolaza@lavozdigital.es