Los grados de Filología buscarán alternativas laborales a la docencia

También se contempla la posibilidad de que los alumnos puedan desarrollar tareas profesionales en las instituciones culturales, tal como explica el decano del centro, Manuel Arcila. El siguiente paso es la creación de cursos de posgrados especializados en traducción, mediación cultural, gestión o metodología y enseñanza de la lengua. Con estas medidas pretenden desvincular a las titulaciones de Letras con la docencia como única salida.

En esas está la propia Facultad, que lleva cuatro años trabajando en la valoración de proyectos empresariales para las Humanidades. «Actualmente estamos en una primera fase, hemos propuesto un mapa de titulaciones, pero aún ha de ser aprobado por el Consejo Social y el Rectorado», insiste Arcila.

No será hasta enero cuando empiecen a funcionar las comisiones de las que saldrán los nuevos grados. Su puesta en marcha se retrasará hasta 2010, como la mayoría de titulaciones de la UCA. Lo que sí parece claro que es todas las filologías compartirán un año común y después se empezarán a especializar. Las miras están puestas en hacer títulos atractivos para mantener el nivel de alumnado y conseguir mejoras en las salidas profesionales de los egresados.

También se encuentra en estudio la firma de convenios con empresas privadas para las prácticas de los estudiantes. Filosofía y Letras lo ha tenido duro en los últimos cursos. Sólo en el último, el número de alumnos que participaron en estos programas se redujo de 64 a 31 en un año. Humanidades es la que menos universitarios introduce en las empresas, en parte por las características de éste en la provincia, que tienen un tejido empresarial débil y por la difícil aplicación de los conocimientos de estos títulos.