VISITA. Abel Ferrara presentó ayer en Sitges su documental. / EFE
Cultura

El director Abel Ferrara enseña a Sitges el mítico hotel Chelsea de Nueva York

El director neoyorquino Abel Ferrara presentó ayer en el Festival de Cine de Sitges dentro de la sección Noves Visions el documental Chelsea on the rocks, un melancólico y particular viaje por las habitaciones del mítico Hotel Chelsea de Nueva York, que fuera centro cultural y bohemio de la ciudad.

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Encuadrado en la calle 23 de Manhattan, entre la Séptima y la Octava Avenida, por sus habitaciones han desfilado artistas como Andy Warhol, Arthur C.Clarke -escribió allí 2001: una odisea en el espacio-, Bob Dylan, William S. Burroughs, Janis Joplin y en él también perdieron la vida el poeta Dylan Thomas, el pintor Harry Smith y Nancy Spungen, la novia del sex pistol Sid Vicious.

Con una cámara que entra en los recovecos de las habitaciones y mediante la voz de inquilinos, Ferrara se sumerge en el particular universo de este hotel. «Todo el mundo esperaba que llegáramos, hacíamos una pregunta y te daban una respuesta de una hora», explicó ayer el director norteamericano, en una atípica charla con los espectadores y la prensa tras la proyección del filme.

«Aprendiz» de documental

Creador de thrillers como El funeral o El teniente corrupto, Ferrara admitió que está «aprendiendo» a hacer documentales -su próximo proyecto es otro documental basado en la calle de Little Italy donde vive, en el que «salen gangsters de verdad», bromeó-, pero que le interesó el proyecto de retratar la personalidad de este hotel. Construido en 1883 y lugar donde Warhol rodó su Chelsea Girls en 1966, el Hotel Chelsea tuvo en su director durante sus años gloriosos y hasta hace poco, Stanley Bard, a uno de los mayores protectores de los artistas. Bard aparece en el documental en un momento en el que un inmueble ha cambiado de propiedad y está en proceso de cambio, incluyendo el desalojo de algunos inquilinos que llevan años allí. «Es la lucha del emprendedor contra las grandes corporaciones», sostuvo Ferrara.

Dos de los inquilinos famosos que aparecen en el documental son el director Milos Forman, que vivió durante tres años en el edificio, y el actor Ethan Hawke, que incluso pone música al final del mismo. Ferrara explicó que Forman es amigo suyo y que llegó a grabar algunas escenas del documental.