Detienen al supuesto violador de una alemana en Arcos tras dos meses de búsqueda

La Guardia Civil ha logrado poner fin a la búsqueda de un violador que entró a hurtadillas en una finca aislada de Arcos y armado con un cuchillo amenazó a la dueña, una ciudadana alemana a la que violó en la madrugada del pasado 25 de mayo. La detención del supuesto autor de la agresión sexual el pasado miércoles se debió a una cadena de robos que el Instituto Armado también le imputa. Así, los agentes creyeron haber apresado a un simple ladrón pero habían dado también con la solución a un enigma que acababa de cumplir dos meses sin solución.

La víctima, de 51 años, recibió la visita de Manuel M. B., de 41, cuando ella dormía en su finca arcense. Según confirmó ayer la Guardia Civil, el detenido vivía en una tienda de campaña y no tenía domicilio fijo. Subsistía de lo que robaba y se desplazaba siempre a pie. La vivienda de la alemana fue uno de sus objetivos para conseguir algo de liquidez. Pasada las dos de la mañana del día 25 de mayo, se internó en la parcela y pudo acceder a la casa por una ventana. Pero en lugar de limitarse a robar, se topó con la propietaria, a la que amenazó con un arma blanca y terminó violando. Además del ataque sexual, sustrajo de la finca 50 euros en efectivo.

Un sol en el pecho

La mujer pudo aportar una descripción muy detallada de su agresor, quien además luce un tatuaje que no le pasó desapercibido a la víctima: se trata de un sol que tiene en el pectoral derecho.

Esos primeros datos fueron la base a partir de la cual los agentes comenzaron una investigación que la semana pasada cumplió dos meses sin que se diera con el paradero de este individuo, que por su carácter nómada complicaba aún más su localización.

Paralelamente, los puestos de la Sierra estaban en alerta porque se estaban recibiendo denuncias de propietarios de fincas que habían sido objetivo de los cacos. Finalmente, ambos casos tenían un nexo en común: Manuel M. B., quien fue detenido el miércoles pasado por agentes del cuartel de Zahara de la Sierra como el supuesto responsable de la sucesión de asaltos. En total, la Guardia Civil lo relaciona con once robos. Pero al proceder a la identificación, se dieron cuenta que tenía un tatuaje en la misma zona que había indicado la víctima de la agresión sexual. Además, sus rasgos físicos coincidían con la descripción que en su día había aportado la mujer violada.

Para confirmar estas sospechas, le mostraron a la mujer una fotografía del detenido y lo reconoció como la persona que había entrado en su casa.

Ésa fue la confirmación definitiva para que los agentes no sólo le imputaran los robos sino también el delito de violación. Con estos cargos fue presentado en el juzgado nº 3 de Arcos, que ordenó su ingreso en prisión.

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