MUSICA. Sophia lleva ocho años en Jerez como músico entre orquestas y flamencos.
Jerez

El flamenco a través del violín

La violinista Sophia Victoria Quarengui lleva ocho años en Jerez viviendo y sintiendo una de sus grandes pasiones

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Jerez la devolvió a la música y fue una rampa para emocionarse cuando destapara su violín. «Por eso amo Jerez y le estoy muy agradecida a esta ciudad y a sus gentes», comenta ahora Sophia Victoria Quarengui.

La violinista suiza estaba llamada al arte desde pequeña porque en su casa se respiraba música por las paredes. Era la niñez de Sophia en Basilea, donde ya de muy pequeña inició sus estudios musicales en el conservatorio, además de la danza clásica. Años en los que ya comienza a tocar en orquestas. «Después me puse a estudiar medicina y acabé psiquiatría», comenta. Pero el flamenco llegó de manera fulgurante, fue como un enamorarse profundamente. «Saqué la carrera y después comencé a ejercer mi profesión mientras ya estudiaba baile flamenco», asegura.

Después de muchos viajes relámpagos a Andalucía, en el año 2002 decide establecerse en Jerez, llamada por su pasión al flamenco. «Vine, fundamentalmente, a bailar flamenco. Sin embargo, la vida me ha llevado por otros derroteros. Con tan sólo un mes en Jerez, ya comencé a tocar en algunos sitios con el violín cosas de flamenco», afirma nuestra violinista. Sophia ha ido, poco a poco, escalando y, sobre todo, demostrando su profesionalidad en distintos ámbitos musicales. «No solamente hago flamenco. Hay que trabajar y el flamenco solamente no me permitiría vivir. Así que he tocado en orquestas como la de Manuel de Falla o en la orquesta Ciudad de Ceuta», subraya.

Sin embargo, el flamenco siempre ha estado ahí. Gente como La Reina Gitana, Antonio Reyes, grabaciones con Los Delincuentes, Fernando Terremoto, María José Franco, el Niño Brenes o el mismo Paco Cepero -con quien se siente orgullosa de trabajar actualmente- han sido algunos de los artistas que han contado o cuentan con las cuerdas de su violín que cada vez suena más flamenco.

Sophia asevera que «el violín es mi particular vehículo de acceso a este arte. Sin embargo, la esencia y la pureza es la base que no podemos ni olvidar ni dejar de aprender. Ahí está el núcleo de este arte», comenta. Sophia y su flamenco violín. Una artista que, en su ámbito, también ha hecho su aportación a esta viejo arte de los sonidos negros.