Dime cómo conduces y te diré cuánto pagas

Es verdad que los jóvenes conducen de forma más imprudente? Las estadísticas dicen que los menores de 27 años son el colectivo con mayor número de accidentes y las aseguradoras, de forma casi generalizada, les penalizan con primas más altas. Pero ¿realmente todos los jóvenes conducen igual? Mapfre ha puesto localizadores GPS a los coches de 10.000 voluntarios de entre 18 y 27 años, 546 de ellos en la provincia de Cádiz, para conocer sus hábitos de conducción y primar a los que conduzcan menos kilómetros y de forma más responsable. Es el llamado pago por uso.

Miguel Jiménez es un joven gaditano que pronto cumplirá 21 años. En diciembre se compró su primer coche, un flamante Honda Civic Executive, y Mapfre le llamó para proponerle la experiencia: poner un GPS en su coche que además de mandar los datos sobre su conducción (kilómetros recorridos, tipo de vía, horarios o si conduce de noche) permite localizar el coche en caso de robo o avisar al servicio de emergencia si tiene un accidente grave. Y aceptó.

«Yo ya tenía el seguro de mi moto con ellos y cuando vieron que cumplía los requisitos me llamaron para proponérmelo. Les dije que sí, me fui al taller y en una hora y media me lo habían puesto», relata. El aparato es una caja color plateada que se instala bajo el salpicadero, a salvo de los cacos. La única señal visible es una pequeña antena, aunque el GPS tiene otra más inaccesible por si los ladrones la detectaran.

La principal motivación de Miguel, además de una mayor seguridad en caso de robo o accidente, fue obviamente la económica. Él paga 2.000 euros por una prima a todo riesgo para un coche de 140 caballos y con sólo seis meses de carné, y en la aseguradora le explicaron que en función de sus hábitos de conducción podían reducir de forma drástica el dinero que pagará en la renovación del seguro. «Me aseguraron que no me subirían la prima, que sólo me la bajarían», confesó.

¿Ha afectado tener este aparato a su forma de conducir? Sólo al principio. «Los primeros días me acordaba, pero al cabo del tiempo te olvidas y conduces sin pensar en el GPS. Imagínate un año pensando en él», reconoce.

Miguel se considera un conductor «prudente», pero «como todo el mundo» a veces pisa el acelerador. «El que diga que no corre cuando puede, no sabe lo que dice. Pero sin pasarse», explica. Uno de los factores que más se van a considerar para bajar las primas es el número de kilómetros recorridos. «Yo uso el coche para ir a todas partes, menos cuando estoy en ciudad, que cojo la moto. Pero desde que mi novia se fue a vivir a San Fernando, lo cojo siempre».

Pionero

En la conversación con Miguel apenas sale a relucir el tema de la invasión de la intimidad, que él reconoce que le inquieta muy poco. Sin embargo, es uno de los aspectos que más ha preocupado a los responsables de este proyecto que Mapfre ha denominado Generación Y -por Generation Young, Generación Joven-. Lo reconocía su coordinador, Luis Peña. «Desde el principio hemos tenido claro que poner un GPS en los coches suscitaría dudas. Por eso hemos sido pioneros en certificar el tratamiento de la información que recibimos», detalla.

La recogida de datos se realiza de forma agregada, de manera que Mapfre sólo recibe las cifras de kilómetros recorridos o del tipo de carreteras. «Nunca sabemos por dónde circula el coche, sólo en caso de robo o de accidente», recuerda. El sistema también es pionero en España al ser el primero en estar homologado por los servicios de Emergencia 112 de todas las comunidades autónomas.

El debate sobre la privacidad y sobre la utilidad del GPS para prevenir accidentes ya está en la Unión Europea, que estudia su implantación de serie en los coches. De momento, Miguel y otros 500 gaditanos esperan que este experimento les sirva para pagar algo menos de seguro el próximo año.

Privacidad y primas

El sistema de pago por uso en los seguros de coche no es nuevo en Europa y ya viene utilizándose en países como Reino Unido, recuerdan desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Desde esta organización se apoya «cualquier nueva tecnología que suponga una mejora en la seguridad de la conducción», explica su presidente, Mario Arnaldo.

Sin embargo, existen algunas incógnitas para esta asociación sobre el proyecto de Mapfre de utilizar un GPS para conocer los hábitos de conducción de sus asegurados. Estas dudas se refieren al coste de la tecnología, a la privacidad de la información y a los criterios para subir o bajar los precios de las pólizas.

«La implantación de estos aparatos en los coches tiene un alto coste y aunque ahora sea gratis, alguien tendrá que pagarlo», explica Arnaldo. «Tampoco está claro cuáles son los criterios de bonificación o penalización que se emplearán ni en qué porcentajes, al basarse en riesgos potenciales, no en los partes ya entregados», añade. Mapfre asegura que el ahorro puede llegar al 60% de la póliza.

Respecto a la privacidad, Arnaldo también tiene dudas. Por ejemplo, si los datos «pueden llegar a perjudicar al propio conductor en el supuesto de que reclame en un accidente». «Conocer los hábitos de conducción dice mucho de una persona», concluye.