El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el Palacio de Miraflores en Caracas durante la conferencia previa a la VI cumbre presidencial de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). /EFE
LE CONSIDERA 'PEÓN' DE EEUU

Chávez eleva la tensión entre Venezuela y Colombia con nuevas acusaciones contra Uribe

El mandatario venezolano sostiene que el presidente colombiano prepara, por orden de Estados Unidos, una "provocación bélica" que podría "prender una guerra"

CARACAS Actualizado: Guardar
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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se ha erigido en protagonista de la VI Cumbre del ALBA cuando ni siquiera han comenzado las reuniones. Su último ataque a Colombia, a cuyo gobierno acusa de preparar por orden de Estados Unidos una "provocación bélica" que podría "prender una guerra", no ha hecho más que aumentar la tensión entre los dos países.

Hugo Chávez ha asegurado que no es una casualidad que tres altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, entre ellos la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, hayan estado en Colombia en los últimos días. Poco antes, había acusado a jefe del Ejecutivo colombiano, Álvaro Uribe, de estar "fraguando", por orden de EEUU, una "provocación bélica" que podría "prender una guerra", en una nueva escalada de la tensión entre ambos países.

"Acuso al Gobierno de Colombia de estar fraguando una conspiración, una provocación bélica contra Venezuela, por orden de Estados Unidos, para obligarnos a dar una respuesta que pudiera prender una guerra", ha apuntado el mandatario venezolano en una rueda de prensa con su colega de Nicaragua, Daniel Ortega.

La recurrente conspiración en el discurso de Chávez

En la conferencia, celebrada en vísperas de la VI Cumbre del ALBA, Chávez ha utilizado el tan recurrente discurso de la conspiración en su contra: "Alerto al mundo que se prepara una agresión militar desde Colombia contra Venezuela, que es de Estados Unidos. Es parte de la Operación Balboa, que así se llama la operación contra Venezuela".

"Tenemos informaciones de inteligencia, nuestras y de otros países de Latinoamérica, sobre el plan porque la visita de Rice no es casual ni la del llamado "zar de la droga" (John Walters) ni la del comandante militar estadounidense (jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el almirante Michael Mullen)", ha señalado.

Chávez ha insistido en sus ataques a Colombia, país al que acusa de convertirse en el "portaaviones" desde el que Washington prepara, según él, su agresión contra Venezuela y su Gobierno.

"Uribe es un peón de Washington", ha repetido el presidente venezolano, como ya hizo el pasado domingo cuando, en su programa 'Aló Presidente' llamó "cobarde, mentiroso, cizañero y maniobrero" a su colega de Colombia y dijo que un "hombre así no merece ser presidente de nada, menos de un país".

Uribe y Bush, objetivo de todas las críticas

Sostuvo entonces que Uribe pasará a la historia como "un triste peón del imperio norteamericano" y consideró que desde Colombia provenían las últimas "agresiones" contra el "pueblo" venezolano y contra su persona.

Esta última escalada en la tensión entre ambos países vecinos coincide con una situación conflictiva en la frontera que comparten, y donde las autoridades venezolanas han desplegado controles militares para impedir el contrabando de alimentos básicos.

La crisis entre Caracas y Bogotá se reavivó el pasado 11 de enero cuando Chávez propuso retirar el calificativo de terroristas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) para darles un "estatus de beligerancia".

La propuesta, inmediatamente rechazada por Bogotá, así como por EEUU y por la Unión Europea, fue formulada por el presidente venezolano al día siguiente de la liberación por la guerrilla colombiana de las FARC de dos de sus rehenes, Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo.

Escalada de la tensión

Las dos secuestradas de la guerrilla, cuya libertad habían prometido las FARC a Chávez en "desagravio" por haber sido cesado por Uribe de su papel de mediador en el conflicto colombiano, fueron entregadas el 10 de enero a una comisión venezolana que las rescató en la selva de Colombia con la autorización de Bogotá.

Aquel mismo día, Uribe agradeció las gestiones de Chávez para la liberación de las dos rehenes, y la cancillería venezolana respondió también con agradecimientos al "reconocimiento" de la labor del presidente de Venezuela.

El amistoso intercambio no se prolongó más de 24 horas. Justo al día siguiente fue cuando Chávez propuso retirar a las FARC y el ELN de la lista de organizaciones terroristas. La tensión volvió entonces a las relaciones entre los dos países, deterioradas desde noviembre, cuando Uribe puso fin a la mediación de su colega venezolano.