Funeral de Estado en Italia por las víctimas de la región de las Marcas.

Es el primer funeral de Estado por las víctimas del terremoto en el centro de Italia. La mayor...

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Es el primer funeral de Estado por las víctimas del terremoto en el centro de Italia. La mayor seguridad y aforo que permite el pabellón deportivo de Monticelli, en Ascoli, ha servido para celebrar la misa en honor de las víctimas, en este caso, las de la región de las Marcas (Le Marche), otra de las grandes afectadas junto a la de Lazio, donde se registró el epicentro del seísmo. Presentes, 35 féretros, entre ellos los de dos niños. 35 ataúdes perfectamente alineados en la pista y acompañados en todo momento por sus familiares y allegados. Algunos, todavía con las heridas físicas visibles provocadas por el desastre. Otros, hundidos en el desconsuelo, tanto durante la misa, como en la comunión y, también, ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, que ha asistido a la ceremonia junto al primer ministro italiano, Matteo Renzi, entre otros cargos públicos. La misa ha estado marcada, eso sí, por la peor de las noticias: la de un nuevo fallecido, el número 50 en la región, que se ha contabilizado durante una ceremonia en la que se han recordado los nombres de todas las víctimas de sus localidades. Minutos antes, el obispo de Ascoli Piceno, Giovanni D'Ercole, hacía un llamamiento para reconstruir los pueblos arrasados por la naturaleza y no abandonar a su suerte a los afectados por tanto dolor de pérdidas humanas y materiales. Unas palabras que ha pronunciado debajo del crucifijo que se ha recuperado en una de las iglesias destrozadas por el temblor.

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