El ataque en Bagdad del pasado sábado se produjo en un mercado chií repleto por los últimos días de ramadán
El ataque en Bagdad del pasado sábado se produjo en un mercado chií repleto por los últimos días de ramadán - AFP

¿Por qué los yihadistas atacan en ramadán?

Los salafistas vinculan el mes sagrado de ayuno con la yihad, la guerra santa, y con una victoria militar épica de Mahoma

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Tres ataques en Arabia Saudí, uno de ellos en Medina, la segunda ciudad santa; Estambul, casi medio centenar de muertos en el aeropuerto; Bangladesh, 22 extranjeros muertos en un restaurante; Bagdad, más de 200 muertos en el ataque con bomba más mortífero de la capital iraquí en trece años. A solo dos días del final del ramadán, el mes de ayuno musulmán, no cabe duda de que los yihadistas han querido emplearse a fondo en su lectura alucinante de uno de los cinco pilares del islam.

El salafismo -la corriente teórica del islam radical- ha desarrollado desde hace años una doctrina que vincula el ramadán con la yihad, la denominada guerra santa. Los islamistas interpretan así la crucial batalla de Badr, en la que Mahoma doblegó a sus rivales de la Meca, y consideran que durante el mes de ramadán -por contradictorio que parezca a primera vista- los fieles musulmanes tienen una obligación especial hacia la yihad, considerada solo en su aspecto fundamentalista de lucha armada defensiva y ofensiva.

El islam moderado prefiere, en cambio, considerar la yihad en términos parecidos a la ascética cristiana: como llamada a la lucha interior de cada musulmán para avanzar en la virtud. En el yihadismo esa lectura no crea afición.

Desde hace años, la llegada del mes de ramadán siempre ha coincidido con un recrudecimiento de la acción militar y terrorista de los movimientos yihadistas, que tratan de elevar también así la moral de sus milicianos. Hasta ahora, el grupo más activo era Al Qaida. En un artículo subido a internet, su rama en Irak valoraba el año pasado las ventajas tácticas del mes de ayuno. La concentración humana de peregrinos chiíes que se produce en Irak en estos días - afirmaba- facilita la introducción de terroristas suicidas en sus filas, que luego se explotan en los santuarios considerados “heréticos” por los suníes de Al Qaida. Dos pájaros de un tiro.

Para esta temporada de 2016, el movimiento yihadista de moda, Daesh, también suní como Al Qaida, ha elaborado su propia estrategia. En un comunicado subido a los circuitos yihadistas, el portavoz del “califato”, Al Adnani, anunció que este año el mes de ayuno debería ser especialmente “un mes de conquista y de yihad” siguiendo la estela de la batalla saudí de Badr. Al final, Daesh no ha conseguido conquistar territorio pero sí sembrar mucho terror.

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