El temor de los unionistas irlandeses impide cerrar un primer pacto sobre el Brexit

Londres y Bruselas confían en llegar a un acuerdo antes de mediados de mes

Theresa May y Jean-Claude Juncker EFE

ENRIQUE SERBETO

La cuestión de la frontera irlandesa ha estallado con estruendo en las negociaciones para la salida del Reino Unido de la UE. En mitad del almuerzo que hoy reunió en Bruselas a la primera ministra británica, Theresa May , con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker , una llamada de la dirigente del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte, Arlene Foster , hizo saltar por los aires todo el optimismo acumulado poco antes. Juncker calificó el encuentro como «amistosos y constructivo», pero dijo que también que «no fue posible llegar a un acuerdo total».

La reunión hoy de May con Juncker y con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk , tenía como objetivo lanzar un mensaje optimista para que en la cumbre de la semana que viene se pueda decir que se ha avanzado lo suficiente en las negociaciones del Brexit como para iniciar la segunda fase , que es la que le interesa a Londres, ya que abordará la eventual apertura de mercados.

Con avances claros en la cuestión de la situación de los ciudadanos europeos que sigan en el Reino Unido tras el Brexit y en el cálculo del «finiquito» que Londres debe pagar para asumir sus compromisos, solo quedaba el escollo de la frontera irlandesa, que fuera de la UE tiene que estar a la vez abierta y cerrada y sometida a los criterios que se pactaron en el acuerdo de Viernes Santo para poner fin a la negra era del terrorismo. La fórmula que May había aceptado finalmente era que Irlanda del Norte podría seguir en el mercado único de modo que se respetaría el estatus actual y no sería necesario cambiar nada para los irlandeses.

El problema es que May depende en Londres del apoyo del minoritario DUP, que considera esta propuesta como un insulto, porque de hecho lo que hace es trasladar esa frontera entre las dos Irlandas y la establece entre el Ulster y el resto del Reino Unido . El mensaje de Arlene Foster fue clarísimo: si May quiere seguir siendo primera ministra con sus vetos, no puede aceptar que Irlanda del Norte se separe jurídicamente del resto del país. A pesar de que en ese territorio el voto a favor de seguir en la UE fue masivo, los dirigentes del DUP dicen ahora que si el resto del Reino Unido sale del mercado único, el Ulster también debe hacerlo. Y, al contrario, los dirigentes escoceses y de Londres capital afirman que si el Ulster puede seguir en el mercado único, ellos también quieren mantenerse aunque el resto del país no.

Sigue la negociación

Los equipos negociadores mantendrán «consultas y discusiones» en los próximos días, de cara a «reanudar las negociaciones a finales de esta semana», antes de la cumbre del día 15.

Juncker y May quieren «más tiempo» para resolver las diferencias, porque aún consideran posible llegar a un acuerdo, aunque en este caso todo está en manos de la precaria situación política de May en Londres.

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar , que ayer por la mañana daba por hecho el acuerdo , dijo por la tarde que estaba «sorprendido» y «decepcionado» por el hecho de que no se haya llegado a un acuerdo y que esperaba que las cuestiones pendientes , en referencia a la influencia del DUP, se hubieran resuelto antes. Varadkar quiere el compromiso de Londres de que la frontera interirlandesa se mantenga totalmente abierta tras el Brexit, antes de aceptar pasar a la segunda etapa de diálogo. En este sentido, reconoció que «es importante escuchar» a los unionistas del DUP, que apoyan el gobierno «tory» de Theresa May. Pero se mantuvo firme en sus posiciones y recordó que también hay que tener muy en cuenta al resto de partidos de Irlanda del Norte, cuyo electorado votó mayoritariamente en contra del Brexit en el referéndum de mayo de 2016.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, viaja mañana a Londres para reunirse con la primera ministra británica, Theresa May, solo 10 días antes de que se reúna el Consejo Europeo y decida si autoriza el inicio de la segunda fase de las negociaciones para el Brexit. España es uno de los países más afectados por el Brexit dado el gran numero de británicos residentes, además de que el Reino Unido constituye uno de los principales destinos de las exportaciones españolas.

Los asuntos del pago de los compromisos pendientes, que parecían ser el escollo más relevante, han sido parcialmente resueltos en las últimas rondas de negociaciones, en las que se está definiendo el sistema que se utilizará para definir la cantidad que corresponde pagar al Reino Unido y que dependen de las contribuciones al presupuesto comunitario y su participación en los programas de los que ahora forma parte, teniendo en cuenta además sus «peculiaridades tradicionales». Según fuentes de la negociación, la cantidad no estará clara hasta que no se haya finalizado la elaboración de la fórmula para el pago de los compromisos británicos, aunque en Londres la cifra sea todo un mito para los que impulsaron el Brexit.

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