La canciller alemana Angela Merkel
La canciller alemana Angela Merkel - REUTERS

El voto de la frustración castiga a Merkel

El perfil del votante de AfD revela el retrato robot de un hombre de más de cuarenta años con un empleo precario o en paro, lo que da a entender que se trata de un voto protesta que apunta a la canciller alemana como la culpable

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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El perfil de los votantes de AfD, elaborado por varios institutos a partir de encuestas a los votantes de Berlín-Brandemburgo, revela el retrato robot de un hombre de más de cuarenta años con un empleo precario o en paro, lo que da a entender que se trata de un voto protesta, de un voto de la frustración, que está apuntando a Angela Merkel como la culpable de su situación personal y de la percepción de deterioro de la sociedad del bienestar.

Angela Merkel, considerada seis años consecutivos la mujer más poderosa del mundo por la revista Forbes, ha visto caer su popularidad en picado en los últimos doce meses, desde que la crisis de los refugiados se impuso en la agenda política alemana.

Los sondeos le dieron definitivamente la espalda tras la aciaga Nochevieja de Colonia, durante la que más de mil mujeres fueron agredidas sexualmente por hordas de refugiados a los que resultó imposible identificar y detener. La sociedad alemana contempló, impotente, cómo quedaban sin castigo, y la política de refugiados de Merkel pareció traslucir como causa última de tan terribles sucesos.

La pasada primavera, en el mes de marzo, la canciller volvió a situarse brevemente en niveles de aceptación previos a la llegada masiva de solicitantes de asilo, impulsada por la reducción del número de entradas y la recuperación de una sensación colectiva de control sobre el fenómeno. En esa fecha, el 52% de los encuestados expresó de nuevo su apoyo a la líder cristianodemócrata (CDU), según el sondeo elaborado por Forsa a petición de la cadena de televisión RTL. Pero apenas arrancaba el verano, con los sucesivos ataques con evidente conexión yihadista, la popularidad de Merkel volvió a hundirse y su partido ha cedido considerablemente terreno en las tres elecciones regionales celebradas durante este mes de septiembre.

«Hemos estado deliberando sobre el asunto en la reunión de la directiva del partido», ha dicho hoy Merkel en la rueda de prensa de valoración de los resultados electorales, «y estamos de acuerdo en que la crisis de los refugiados es uno de los factores que está marcando estos amargos resultados. Pero también coincidimos en que hay muchos otros factores, que tienen que ver con el miedo y que están relacionados con el cambio demográfico y con las nuevas condiciones económicas que establece la globalización». Y las encuestas le dan la razón.

La mitad de los alemanes tiene miedo a la pobreza y más de una tercera parte estarían dispuestos a renunciar al sexo durante un año a cambio un millón de euros. Así lo afirma el libro «Nosotros alemanes y el dinero», recientemente publicado hoy por la editorial Edel Verlag y que se basa en los resultados de encuestas representativas del instituto de investigación de mercado YouGov. Según estas encuestas, el 49% de los alemanes tiene miedo a vivir en la pobreza y el 60%, a la pobreza en la vejez. Tan sólo un 15% considera que su jubilación será suficiente para asegurar su subsistencia, debido a que cada vez hay más ancianos.

Otro estudio, este del Instituto Allensbach ha constatado este mismo mes que, a pesar de que desde el punto de vista económico a los alemanes nunca les había ido tan bien, miran con escepticismo el futuro y cunde en ellos la insatisfacción y el temor. Solo el 43% de los encuestados entre 30 y 59 años cree que el próximo año le irá igual o menor. Hace un año eran el 57%. El 68% tienen la impresión de que el número de delitos ha aumentado y uno de cada cuatro teme ser víctima de un ataque terrorista. Mientras que desde 2004 a 2014 los alemanes se mostraban abiertos a la llegada de extranjeros, ahora un 67% duda que los extranjeros puedan integrarse.

Aun así, lo alemanes siguen valorando de forma más positiva a la cristianodemócrata Angela Merkel que a la líder del partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD). Un 75% de los alemanes consideran que la canciller es competente y un 74% le otorgan capacidad de liderazgo. Además, un 62% considera que Merkel inspira credibilidad, una condición que sólo un 9 % adjudica a Frauke Petry.

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