También varios directivos de «Cumhuriyet» han sido enviados a la cárcel
También varios directivos de «Cumhuriyet» han sido enviados a la cárcel - EFE

Turquía arresta a nueve periodistas del diario opositor Cumhuriyet y la tensión se dispara en las calles

Los informadores detenidos están acusados por la Fiscalía de «ser miembros» o «patrocinadores» tanto del proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), como de la cofradía islamista fundada por Fethullah Gülen

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Un nuevo clavo en el ataúd de la libertad de prensa en Turquía. Las autoridades han dictado el arresto de nueve directivos y periodistas del diario opositor Cumhuriyet, después de haber estado cinco días bajo custodia policial. Entre estos últimos profesionales de la información que acaban en prisión, a la espera de juicio, se encuentran el director del periódico, Murat Sabuncu, y el veterano y reconocido periodista Kadri Gürsel.

La Fiscalía les acusa de estar relacionados con los gülenistas —a quienes el Gobierno atribuye la autoría del golpe de Estado del 15 de julio—, pero también con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europa. Y no solo eso, pues según el diario digital T24, durante los interrogatorios les han llegado a preguntar si hay “algún agente de la CIA en el periódico”.

Los arrestos se producen un día después de que tres nuevos fiscales se unieran a la investigación, tras la confirmación de que el fiscal que fue asignado en un primer momento también está formalmente acusado de tener lazos con los gülenistas.

De acuerdo con Platform 24, asociación turca en defensa de la prensa independiente, ya son 142 los periodistas encarcelados en Turquía.

«Estoy aquí porque no quiero que muera la democracia en mi país», aseguraba la joven Nihan, estudiante en la Universidad de Estambul. Ella era una más de los cientos de manifestantes que se concentraron ayer frente a la sede del Cumhuriyet. Entre banderas turcas con el rostro del fundador de la República de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk, se realizaron cánticos a favor de la libertad de la prensa y en contra del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), cofundado por el actual presidente Recep Tayyip Erdogan y en el poder desde los últimos 14 años.

Gases lacrimógenos

Unos minutos antes, a pocos metros de allí, y justo cuando se dirigían hacia la sede del Cumhuriyet, la policía cargó con cañones de agua y gases lacrimógenos contra las cerca de 1.500 personas que protestaban por otra serie de arrestos, en este caso de políticos. Muchos de ellos portaban pancartas con el lema «Mutlaka Kazanacagiz» (Sin duda ganaremos), frase pronunciada por Selahattin Demirtas, colíder del prokurdo HDP (Partido Democrático de los Pueblos), poco antes de ser detenido. Finalmente tanto él como otros ocho diputados del mismo partido han sido arrestados, también a la espera de juicio.

Ese no fue el único episodio violento de ayer, ya que una bomba en la provincia de Sirnak, en el sudeste del país, de mayoría kurda, mató a dos niños e hirió a otros cuatro. El Gobernador local ha acusado al PKK al señalar que unos explosivos plantados anteriormente por milicianos kurdos fueron la causa del estallido.

El Gobierno también acusa al PKK de estar detrás del atentado del viernes junto a comisaría de Diyarbakir, en el que murieron nueve personas y más de 100 resultaron heridas. Las autoridades turcas se han reafirmado en la acusación a pesar de que los yihadistas de Daesh han reivindicado el ataque. Sin embargo, el HDP ha hecho público un comunicado denunciando que el verdadero objetivo de ese atentado eran los diputados que habían sido detenidos solo siete horas antes, por lo que sería imposible que el PKK fuera el autor. La tensión en Turquía continúa escalando.

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