El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan - AFP

Turquía bombardea posiciones kurdas en el norte de Siria

Una mujer y dos niños han muerto en el ataque sobre el cantón de Afrín, según activistas kurdos

Corresponsal en Estambul Actualizado: Guardar
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La tensión máxima que se vive en el norte de Siria debido a los numerosos actores presentes en la zona se ha vuelto a traducir en enfrentamientos con artillería pesada entre dos aliados de Estados Unidos: el Ejército turco y las milicias kurdas de las YPG (Unidades de Protección Popular).

Una mujer y dos niños han muerto, según activistas kurdos, debido a los proyectiles disparados a lo largo de la noche del lunes por Ankara desde su propio territorio (en la zona fronteriza cercana a la localidad de Kilis). De acuerdo con el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, plataforma con sede en Reino Unido pero con una extensa red sobre el terreno, el ataque golpeó a una docena de pueblos y otras diez personas resultaron heridas.

La agencia turca de noticias Dogan, por su parte, ha informado de que la artillería turca tomó la iniciativa como respuesta a un ataque kurdo en el área fronteriza.

Turquía ha acumulado fuerzas el triángulo entre Kilis, Jarabulus y Al Bab

La violencia del lunes por la noche no es un caso aislado. Durante las últimas jornadas el Ejército turco ha acumulado fuerzas en la zona bajo su influencia en el interior de Siria, que comprende un triángulo entre la mencionada Kilis, Jarabulus y Al Bab. Desde allí ha lanzado obuses contra las posiciones kurdas, a lo que las YPG han respondido con fuego de mortero.

El cantón de Afrín, donde se han producido los enfrentamientos, se encuentra separado de Rojava, es decir, del resto de territorio en control de las milicias kurdas, desde donde se ha lanzado la ofensiva (con importante apoyo de Estados Unidos) para arrebatar a los yihadistas de Daesh la ciudad de Raqqa, considerada su capital.

Los rifirrafes entre Washington y Ankara, debido a las políticas incompatibles en Siria de los dos aliados de la OTAN, no han menguado con la llegada de Donald Trump. A pesar de las esperanzas que albergaban en el país euroasiático, el nuevo presidente de los Estados Unidos mantiene a las YPG como su principal aliado en el país árabe en la lucha contra Daesh. Sin embargo, para Turquía esta fuerza kurda no es más que un grupo terrorista, pues consideran que se trata de la rama siria del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), organización activa dentro de Turquía y que tanto EE.UU. como la Unión Europea sí etiquetan como terrorista.

Se acercan a Raqqa

Mientras los kurdos se aproximan al centro de Raqqa, la tensión con Turquía en el cantón de Afrín se dispara por momentos. Medios próximos a las milicias kurdas denuncian que Ankara prepara una operación, y desde la capital turca no se desmiente: «En caso de necesidad Turquía no se abstendrá de lanzar una operación en Afrín», ha asegurado el ministro de Defensa Fikri Isik.

El pasado viernes, las YPG emitieron un comunicado en el que mostraban su objetivo de «liberar» la zona que en estos momentos está en manos de los grupos rebeldes apoyados directamente por el ejército turco. De esta manera unirían sus territorios en el norte de Siria y completarían el «pasillo kurdo». Toda una pesadilla para Ankara. De hecho el portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, no tardó en responder que su país «no dudaría en contraatacar si existiera una amenaza terrorista desde la región de Afrín u otra parte».

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