Trump vuelve al carbón tras tumbar el plan de Obama

El director de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), Scott Pruit firmó ayer mismo la supresión del Plan de Energía Limpia

Donald Trump CON un cartel de apoyo a la industria del carbón durante un acto de campaña el pasado año
Manuel Erice Oronoz

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Donald Trump sigue desmontando el legado de Obama. El último paso del presidente ha supuesto el fin del plan que puso en marcha su antecesor para reducir la emisión de gases de efecto invernadero en las centrales eléctricas. El llamado Plan de Energía Limpia preveía una reducción de la contaminación del 32% hasta 2030, con relación a los niveles de 2005. Su supresión supone, en la práctica, un jaque al Acuerdo de París contra el Cambio Climático , del que Trump anunció la salida de Estados Unidos. El director de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), Scott Pruit, que firmó ayer mismo la supresión del Plan de Energía Limpia, anunció la retirada del programa de Obama con una proclama que bien podría haber protagonizado el actual inquilino de la Casa Blanca: «La guerra al carbón ha terminado». El presidente ya había firmado en marzo una orden ejecutiva que anticipaba la decisión adoptada ahora por la EPA.

La Administración Trump responde así a la promesa electoral del entonces candidato republicano de volver a potenciar el carbón como fuente de energía, y, con ello, como sector de actividad económica . El actual presidente ha denunciado que si se hubiera aplicado el plan de Obama, muchas de las 1.600 plantas afectadas por la reducción de la emisión de gases habrían tenido que cerrar. Con el discurso paternalista que le caracteriza, Trump se comprometió a salvarlas y a volver a crear empleo en las zonas industriales más deprimidas, muchas de las cuales resultaron decisivas para su victoria en las elecciones.

El plan aprobado por Obama en 2015, que preveía el cierre de minas y plantas que utilizaban carbón, incluía muchos beneficios para la salud, al suponer la reducción de hasta 90.000 casos de asma y 3.600 fallecimientos al año. Pero también iba a acelerar la muerte lenta de un sector cada vez más abandonado. Sin embargo, la ejecución del programa fue paralizada por el Supremo, después de una batería de recursos legales que presentaron distintos tribunales en 27 estados gobernados por los republicanos.

Además de los beneficios para el sector carbonífero, que se extenderán también a un impulso redoblado a las prospecciones petrolíferas, la Administración Trump asegura que la eliminación del plan anterior ahorrará a los estadounidenses 33.000 millones de dólares. El argumento es que se estaba produciendo una vulnerabilidad de la red energética que causaba sobrecostes.

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