El campo de refugiados de Dadaab
El campo de refugiados de Dadaab - AFP

El Tribunal Supremo de Kenia cancela la clausura del campo de refugiados de Dadaab

El Gobierno keniano anuncia que apelará la medida, mientras las ONG celebran la decisión judicial

NAIROBI Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo de Kenia ha bloqueado la iniciativa del gobierno de cerrar Dadaab, uno de los mayores campamentos de refugiados del mundo. La directiva fue publicada en mayo del año pasado y pretendía cerrar el campo y repatriar a unos 260.000 refugiados somalíes que viven allí.

La fecha del cierre de Dadaab debía ser mayo pero ahora un juez del Tribunal Supremo ha tachado la iniciativa de inconstitucional. «La decisión del gobierno está dirigida específicamente a los refugiados somalíes y es un acto de persecución colectiva, ilegal y discriminatoria», dijo el juez John Mativo, en su sentencia. El gobierno ya ha declarado que apelará la decisión, alegando motivos de seguridad nacional y añadiendo que el campo se ha convertido en lastre para la economía de Kenia.

Dadaab se creó en 1991 para albergar a familias que huían de la guerra civil en Somalia y algunas personas llevan viviendo en él más de 20 años. Pero el portavoz del gobierno, Eric Kiraithe ha declarado que Dadaab «ha perdido su carácter humanitario y se ha convertido en un refugio para el terrorismo y otras actividades ilegales». El ejercito keniata dice tener prueba de que varios ataques del grupo Islamista A-Shabab fueron planeados en el campo de refugiados.

Organizaciones de derechos humanos han dado la bienvenida a un veredicto que, según ellos, manda un mensaje de esperanza a la comunidad internacional. El jefe de Amnistía Internacional en África Oriental, Muthoni Wanyeki, calificó la decisión del juez de «histórica» añadiendo que así se «reafirma la obligación legal constitucional e internacional de Kenia de proteger a las personas que buscan huyen de la guerra y la persecución».

El gobierno de Somalia, con el apoyo de Occidente, está luchando contra la insurgencia islamista de Al-Shabab mientras intenta reconstruir el país, después de décadas de conflicto. Muchas zonas del sur de Somalia permanecen bajo el control de milicias islamistas que luchan casi diariamente contra ejercito somalí y las fuerzas de la Unión Africana. Por esta razón, organizaciones como Human Rights Watch acusan al gobierno keniata de querer enviar a los Somalíes a la guerra.

A pesar de la inminente apelación del gobierno, la decisión del juez Mativo significa que el las autoridades deben volver a normalizar las operaciones en el campamento. Pero el proceso no será fácil. Cientos de los residentes de Dadaab ya han regresado a Somalia en los últimos meses y no tienen derecho a regresar. El departamento de Refugiados de Kenia fue clausurado ya hace meses así que muchos niños nacidos recientemente en Dadaaab no han sido registrados como refugiados.

El número de habitantes de Dadaab es un elemento de contención entre el gobierno y las la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Durante la hambruna de 2011, Dadaab llegó a acoger 580.000 personas pero ACNUR ahora estima que el número actual es 350.000. El gobierno keniata, en cambio, dice que son unos 250.000.

Mientras tanto, organizaciones humanitarias como Médicos sin Fronteras dicen que Dadaaab no puede ser una solución a largo plazo y piden que se consideren soluciones alternativas como el reasentamiento en países terceros, la creación de campos más pequeños en otras zonas de Kenia o la integración de refugiados en varias comunidades locales.

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