Exteriores de Notre Dame
Exteriores de Notre Dame - EFE

Siete de los ocho terroristas murieron en explosiones suicidas

Un kamikaze atentó en las proximidades de la Basílica de Saint-Denis, templo histórico de la cristiandad europea. Otro estalló la bomba frente al estadio nacional

Los lugares elegidos para perpetrar los ataques son simbólicos

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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Los atentados consumados por dos suicidas kamikazes, musulmanes con cinturones explosivos, en las inmediaciones del Estadio de Francia, se cobraron al menos cinco muertos, pero tienen un simbolismo excepcional.

Un hombre se inmoló haciendo estallar las bombas que llevaba atadas a su cuerpo en la calle Jules Rimet, en Saint-Denis, en la periferia norte de la capital. Otra explosión, a la misma hora, hacia las 10 de la noche del viernes, se produjo en una hamburguesería Mc Donald en la Plana Saint-Denis.

Esos dos atentados terroristas se consumaron a una distancia equidistante de dos símbolos de distinta naturaleza, el Estadio de Francia y la Basílica de Saint-Denis.

Un kamikaze se inmoló en las inmediaciones de la Basílica de Saint-Denis, uno de los templos históricos de la cristiandad europea

Ayer noche se jugaba en el Estadio de Francia un partido amistoso entre las selecciones de Alemania y Francia, con asistencia del jefe del Estado. Por parte de los autores intelectuales de las matanzas, se trataba, evidentemente, de lanzar un «mensaje» ensangrentado en las inmediaciones de un campo de fútbol donde se encontraban 80.000 espectadores. El atentado pretendía dar a las matanzas de París la máxima dimensión mundial.

En otro plano, las explosiones de los terroristas kamikazes se consumaron en las inmediaciones de la Basílica de Saint-Denis, uno de los grandes templos históricos de la cristiandad europea, donde están enterrados muchos reyes de Francia.

A finales del XIX y principios del XX, la Plana Saint-Denis fue una tierra de acogida de la inmigración española e italiana. Todavía existe un barrio que se llama «la pequeña España». Desde hace años, Saint-Denis se ha convertido en un feudo musulmán. En el mercadillo semanal, ante la Basílica, los puestos musulmanes son los más numerosos.

Caos en el estadio durante el partido

Esa es la escena urbana escogida por los terroristas para hacer estallar sus bombas, intentando sembrar el pánico entre los espectadores del Francia - Alemania que se jugaba en el estadio nacional cuando estallaron las bombas.

El público comenzó por ignorar las bombas. Sin comprender muy bien lo que estaba ocurriendo fuera del estadio. Lentamente, el rumor de los atentados terroristas comenzó a correr como la pólvora por las gradas.

Las autoridades decidieron una pausa muy provisional, antes ordenar que el partido siguiese su curso. Esa serenidad administrativa tuvo el efecto deseado. Se evitó el pánico. Y las fuerzas de seguridad pudieron organizar la evacuación del campo de juego en condiciones de seguridad aceptables.

Hubo momentos de tensión y angustia, cuando varios helicópteros de la gendarmería comenzaron a volar y «peinar» la zona, cuando el partido estaba terminando. Al final, centenares de espectadores se tiraron al campo dando alaridos: «¡Han atacado el estadio a bombazos! ¡Hay ataques a tiros en París!». El pánico fue controlado con relativa rapidez.

Grégory Goupil, del sindicato policial Alliance, hace este balance de la situación: «Muertos los kamikazes, comenzó inmediatamente la búsqueda, caza y captura de posibles cómplices, en Saint-Denis, claro, en las inmediaciones. Al mismo tiempo, la evacuación del campo de juego pudo realizarse con relativa facilidad, evitando los ataques de pánico que hubiesen sido catastróficos».

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