La activista Tanya Chan ofreció ayer una rueda de prensa para informar de las acciones de la policia contra ellos
La activista Tanya Chan ofreció ayer una rueda de prensa para informar de las acciones de la policia contra ellos - AFP

Represión contra los cabecillas pro-democráticos de Hong Kong tras las elecciones

Un día después de ganar Carrie Lam, nueve líderes de las protestas de 2014 son acusados de desórdenes

CORRESPONSAL EN PEKÍN Actualizado: Guardar
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Justo un día después de que Carrie Lam, la candidata apoyada por el autoritario régimen chino, ganara las elecciones al Gobierno local, en Hong Kong se ha abierto la veda contra los cabecillas del movimiento pro-democrático. Según informa el diario «South China Morning Post», nueve de ellos fueron acusados este lunes de «desórdenes públicos» por su participación en la «Revuelta de los Paraguas», cuando decenas de miles de personas ocuparon tres zonas de la ciudad durante 79 días del otoño de 2014 para reclamar sufragio universal.

Enfrentándose a penas de hasta siete años de cárcel, los principales imputados son los tres organizadores de aquellas multitudinarias protestas: los catedráticos Benny Tai y Chan Kin-man y el reverendo Chu Yiu-ming.

A ellos se suman otras figuras pro-democráticas, como los diputados Shiu Ka-chun y Tanya Chan, los líderes estudiantiles Tommy Cheung Sau-ying y Eason Chung Yiu-wah, el exparlamentario Lee Wing-tat y el vicepresidente de la Liga de los Demócratas Sociales, Raphael Wong Ho-ming.

Tras ser citados telefónicamente por la Policía, todos tuvieron que presentarse esta noche en la Comisaría Central de Hong Kong, donde fueron informados de los cargos contra ellos. Cantando proclamas a favor del sufragio universal, a las puertas les esperaban varias decenas de sus seguidores, a quienes se dirigieron tras abandonar las dependencias policiales.

Implicación política

«Hay razones para pensar en una implicación política», denunció Benny Tai su imputación al señalar la coincidencia con el resultado de las elecciones a jefe del Gobierno local, recoge el SCMP. Por su parte, Nathan Law, antiguo líder estudiantil y hoy diputado del partido Demosisto, criticó que «el objetivo del Gobierno de Pekín es barrer a todas las fuerzas democráticas de Hong Kong, persiguiendo a los cabecillas del Movimiento de los Paraguas y vetando a los parlamentarios demócratas».

Tres años después de aquellas manifestaciones masivas, que pedían sufragio universal, su fracaso resulta evidente. Carrie Lam, la nueva jefa ejecutiva de Hong Kong, no fue votada el domingo por los 3,8 millones de electores que hay en la ciudad, sino por 777 delegados de un comité electoral formado por casi 1.200 miembros, la mayoría empresarios o profesionales vinculados al régimen chino.

Nada más ser elegida, Lam enarboló un mensaje conciliador para acabar con la fuerte división política y social que sufre Hong Kong. Pero sus palabras quedan en entredicho con estas imputaciones, calificadas de «irónicas» por el movimiento pro-democrático. Negando cualquier relación entre ambos hechos, Carrie Lam aseguró que «las acciones de la Fiscalía se llevan a cabo de forma independiente por parte del Departamento de Justicia».

Cierto o no, activistas pro-democráticos como Joshua Wong, el más popular y combativo líder estudiantil, temen que Lam continúe la mano dura del jefe ejecutivo saliente, CY Leung, y aumente la represión en Hong Kong.

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