Un rastro de sangre que lleva al Kremlin

Vladímir Putin, que apareció en escena hace ya más de 16 años, echó pronto por tierra los intentos de Gorbachov y Yeltsin de poner fin a la vieja tradición vigente en Rusia y en la URSS de eliminar a los adversarios aniquilándolos físicamente o enviándolos a Siberia. Muchos acabaron entre rejas -como Mijaíl Jodorkovski-, pero no han sido pocos los que, como Alexánder Litvinenko, cayeron envenenados o acribillados.

Serguéi Yushenkov

El diputado de la oposición liberal rusa, Serguéi Yushenkov, fue asesinado a balazos por sicarios el 17 de abril de 2003 en su propio domicilio de Moscú. Al igual que Litvinenko, pertenecía al entorno del magnate fallecido en Londres, Borís Berezovski. Las personas próximas a Yushenkov creen que fue asesinado porque recibió pruebas de Litvinenko de la implicación del FSB en varios atentados cometidos en Rusia y atribuidos a extremistas chechenos.

El diputado había criticado en numerosas ocasiones la política de Putin en Chechenia.

Borís Nemtsov

El del líder opositor y antiguo gobernador de Nizhni-Nóvgorod, Borís Nemtsov, ha sido el último gran asesinato político perpetrado en Rusia. Fue tiroteado por la espalda el 27 de febrero de 2015 junto al Kremlin. Pronto se cumplirá el primer aniversario de su muerte y sus partidarios esperan poder honrar su memoria con una gran manifestación, cuya autorización está todavía en el aire.

La Justicia rusa sostiene que el crimen está esclarecido, pero la familia de Nemtsov lo niega. Se sabe quién apretó el gatillo, el checheno Zaúr Dadáev, pero no quién le ordenó hacerlo. Las sospechas de la oposición extraparlamentaria recaen sobre uno de los colaboradores más fieles de Putin, el jefe de la República Chechenia, el polémico y despótico, Ramzán Kadírov.

Anna Politkóvskaya

Otro crimen que conmovió a los demócratas rusos y al mundo entero fue el que acabó con la vida de Anna Politkóvskaya, reportera del bisemanario «Nóvaya Gazeta». Fue acribillada a balazos en el ascensor de su vivienda el 7 de octubre de 2006, cuando preparaba la publicación de un informe sobre las atrocidades cometidas en Chechenia. La periodista criticaba las atrocidades cometidos contra la población por las fuerzas rusas en la conflictiva república caucásica y la política del Kremlin al respecto. Había denunciado en numerosas ocasiones amenazas por parte de militares y policías rusos. Su artículo póstumo fue publicado incompleto tras su muerte. En junio de 2014, fueron condenados a distintas penas de cárcel cinco personas, incluido el autor material de los disparos, pero la familia y compañeros de Politkóvskaya creen que los verdaderos culpables no han sido juzgados.

Natalia Estemírova

Natalia Estemírova conocía bien a la periodista Anna Politkóvskaya porque la informaba regularmente sobre los abusos de las tropas en Chechenia. Casi tres años después de la muerte de la reportera, Estemírova fue secuestrada en su casa de Grozni (Chechenia) por hombres vestidos de camuflaje. Sucedió el 15 de julio de 2009 y su cuerpo fue encontrado sin vida a las pocas horas en una carretera de la vecina Ingushetia. Investigaba secuestros de personas que después desaparecían sin dejar rastro. Denunció antes de su muerte que los habitantes del poblado checheno de Ajkinchú-Borzói fueron acribillados para vestir a continuación sus cadáveres como militantes islamistas y presentar la acción como un gran golpe contra el terrorismo. El caso tampoco está esclarecido.

Magomed Evlóyev

El 31 de agosto de 2008, el periodista opositor, Magomed Evlóyev, murió de un tiro en la cabeza que le fue disparado en el interior del vehículo policial que supuestamente le conducía a comisaría. Evlóyev, dueño de una publicación digital opositora, volaba desde Moscú a Ingushetia en el mismo vuelo que el presidente de la república, Murat Ziázikov. Éste acaba de conseguir que los tribunales rusos ordenaran el cierre del portal de Evlóyev, quien, nada más llegar al aeropuerto, fue detenido por un grupo de enmascarados, supuestos policías.