La primera tregua temporal ordenada por Putin no detuvo la violencia en Siria

La pausa humanitaria de cinco horas anunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin , no se respetó en Siria y, como ocurrió en anteriores treguas, un bando culpó al otro de no respetar el alto el fuego. Autoridades sirias y rusas acusaron a los grupos armados de Guta de atacar el corredor humanitario de Al Wafideen, habilitado para la salida de civiles de este enclave opositor a las afueras de la capital que lleva más de una semana sometido a duros bombardeos, y los grupos armados denunciaron ataques aéreos y de artillería . El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés), Jens Laerke, confirmó que «los combates continúan, lo que hace imposible» el envío de convoyes para la distribución de ayuda humanitaria.

En medio del cruce de acusaciones entre unos y otros, cerca de 400.000 personas subsisten bajo los bombardeos y sufriendo escasez de alimentos y medicamentos en esta zona que está cercada por el Ejército desde 2013. OCHA alertó de que más de 700 personas tienen necesidad de una «evacuación médica urgente» y el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, declaró que su agencia dispone de una lista de 1.000 personas que esperan evacuación médica. Pero ni el reparto de ayuda, ni la evacuación de enfermos y heridos es posible hasta que ambas partes respeten de verdad una tregua.

Damasco despertó en medio de una aparente calma, desconocida desde que el Ejército y sus fuerzas aliadas decidieran lanzar hace diez días la operación para recuperar el control de Guta. Aunque el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad un alto el fuego en todo Siria de 30 días de duración , Rusia trató de hacer más realista esta decisión y optó por la apertura de ventanas humanitarias de cinco horas por día.

La pausa anunciada por Putin, aliado militar y diplomático del régimen sirio, debía respetarse de nueve de la mañana a dos de la tarde , pero los aviones empezaron pronto a sobrevolar la zona y la esperanza del alto el fuego se desvaneció. El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, adelantó que, pese a lo complicado de la situación, el plan ruso es «mantener el corredor humanitario» que puede servir para «la entrada de ayuda, en una dirección, y la salida de civiles y evacuación de heridos, en la otra».

Los dos grandes grupos armados de Guta, el Ejército del Islam y Faylaq Al Islam, negaron ataques con morteros al corredor o a Damasco. Por encima de los acuerdos en Nueva York, lo que funciona en Siria son los acuerdos directos entre régimen y opositores y lo primero que estaría buscando el Gobierno sería la salida de Guta con dirección a la provincia de Idlib del brazo sirio de Al Qaida y de sus facciones aliadas, todos ellos fuera del acuerdo de alto el fuego.