Los planes de Macron para la UE topan con el rechazo de Berlín a gastar más

Merkel asegura con optimismo que servirán para reforzar el eje franco-alemán

El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angel Merkel, este jueves en Tallin Afp

Enrique Serbeto

Es difícil ser un país pequeño dentro de la UE. A Estonia le han tolerado que convoque esta cumbre europea extraordinaria en Tallin pero no estará solo centrada, como querían, en el mundo digital, sino que servirá para hablar del Brexit y, sobre todo, del futuro de la Unión después de las elecciones alemanas . Y si se va a hablar de internet y de ciberseguridad, es centrándose en la propuesta que han consensuado los cuatro grandes países -Francia, Alemania, Italia y España-, incluso teniendo en cuenta que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decidió a última hora no participar en el encuentro, a la vista de la gravedad de lo que está sucediendo en Cataluña.

La cena que celebraron este jueves los líderes europeos y la sesión de trabajo que tienen prevista este viernes son solo el preludio del Consejo formal que se celebrará el mes que viene en Bruselas, en el que sí se pueden tomar decisiones concretas.

Esta cumbre debería haber sido la de las felicitaciones a Angela Merkel por su cuarta victoria electoral, pero las urnas han dejado a la canciller con un sabor agridulce, porque no sabe aún cuándo podrá formar una coalición con los Verdes y los Liberales, que vienen con planes contradictorios entre sí sobre el futuro de la UE.

Incertidumbre

Merkel dijo este jueves que cree que las ideas del presidente francés, Emmanuel Macron , para el futuro de Europa podrían ser la base para reforzar el eje franco-alemán. Aunque en realidad todavía no puede saber ni quién será su ministro de Finanzas ni cuál será el programa que tenga que pactar con sus nuevos aliados.

Los liberales se han convertido en un partido mucho más rígido en su visión sobre Europa y los verdes, en cambio, quieren ir mucho más allá de lo que Merkel estaría dispuesta a aceptar en materia de flexibilidad presupuestaria.

Pero, a la vista de los resultados electorales, se da por seguro que la nueva coalición de Gobierno tendrá mucho cuidado en dejar por sentado que Alemania no será la que pague los gastos de la reforma europea, como hizo en el pasado, porque eso sería utilizado como munición por los nacional-populistas de Alternativa para Alemania .

Merkel y Macron querían tener aquí una primera reunión una vez superado el plazo de las elecciones alemanas, pensando en que ambos tendrían vía libre para maniobrar. Pero hasta el presidente francés tiene que digerir un resultado adverso en las elecciones indirectas al Senado, de modo que ni siquiera él puede garantizar que va a tener toda la fuerza política necesaria para llevar a cabo sus grandiosos planes. Macron expuso el martes una visión general de cómo ve él el futuro de Europa , con una Defensa común europea, más cooperación en inmigración, política fiscal y social, y un gobierno político para la zona euro.

«Hay un claro nivel de acuerdo entre Alemania y Francia, debemos seguir discutiendo los detalles, pero estoy firmemente convencida de que Europa no puede, pararse sino que debe seguir avanzando», dijo Merkel a su llegada a Tallin.

Las ideas de Macron se suman a las que expuso el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker , en su último discurso sobre el estado de la Unión , en el que se declaró poco partidario de una Europa a distintas velocidades, que es justo lo que le parece más realista a Francia y Alemania, e incluso a España.

Rajoy, ausente

Los países del Este tienen miedo de quedarse fuera de esas nuevas estructuras europeas, pero al mismo tiempo temen disolver su identidad en un entorno en el que dejarían de tener visibilidad ente los grandes.

Dado que se trata de una reunión informal, no es posible que se tomen decisiones y por ello el presidente Rajoy pudo permitirse estar ausente, puesto que no está previsto que se adopten decisiones de ningún tipo.

Tampoco sobre Cataluña , que seguramente habría sido un asunto sobre el que le habría preguntado alguno de sus colegas, aunque según fuentes diplomáticas, las tesis del Gobierno español «tienen el respaldo indudable de todos los demás países» y no se espera que se escuchen voces pidiendo una mediación ni nada parecido.

Se diría que el Gobierno está cómodo con las posiciones fijadas por sus socios y las instituciones comunitarias sobre el referéndum ilegal y por ahora está más interesado en intentar salvar la candidatura de Barcelona para albergar la agencia del medicamento.

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