El líder de Alianza Democrática (AD), Mmusi Maimane, saluda a sus seguidores durante una campaña en Port Elizabeth este martes
El líder de Alianza Democrática (AD), Mmusi Maimane, saluda a sus seguidores durante una campaña en Port Elizabeth este martes - REUTERS

El partido de Mandela recibe el peor varapalo electoral de su historia

Aunque el ANC ha obtenido el 54 % de los votos nunca había bajado del 60 %. La implicación en casos de corrupción del líder de la formación, Jacob Zuma, así como sus promesas incumplidas han tenido mucho que ver

MADRID Actualizado: Guardar
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El escrutinio de las elecciones locales en Sudáfrica confirma el peor resultado electoral de la historia del Congreso Nacional Africano (ANC), el partido que ahora está en el Gobierno y que lleva en el poder desde que Nelson Mandela fue presidente en 1994.

Con el 96 % escrutado, el CNA ha obtenido el 54 % de los votos frente a la oposición, Alianza Democrática (DA), que ha obtenido el 26 % y los Luchadores de la Libertad Económica (EFF), muy por detrás con el 8 %.

A pesar de seguir siendo el partido más votado, es una situación sin precedentes porque el ANC nunca había bajado del 60 % de los votos y la DA nunca había superado el 23 %, pero los escándalos de corrupción de la Administración del presidente, Jacob Zuma, así como las promesas incumplidas, han provocado una falta de apoyos a lo largo del país que condicionará las elecciones generales previstas para 2019.

Además de la derrota generalizada hay varias derrotas simbólicas, como la de la bahía Nelson Mandela, que lleva el nombre del histórico dirigente del ANC y donde la DA ha obtenido un 46,5 % de los votos frente al 41 % del partido en el Gobierno.

El ANC tampoco ha logrado ganar en la ciudad natal de Zuma, Nkandla, de mayoría zulú. Hasta el momento, Zuma había logrado congregar el voto de la población zulú pero el descontento ha impulsado al Partido de la Libertad Inkatha, que a nivel nacional ha obtenido el 4,41 % de los votos, si bien en Nkandla la cifra asciende al 54 %.

En dos de los municipios más importantes del país, Johannesburgo y Tshwane, donde está Pretoria, la capital, ninguno de los dos partidos ha obtenido la mayoría, lo que abre la necesidad de una coalición, algo inédito hasta el momento en la política sudafricana.

Descontento con el Gobierno

La corrupción, así como el desempleo y la precariedad en los servicios sociales han provocado un descontento generalizado en la sociedad sudafricana que acusa a Zuma de no haber llevado a cabo sus promesas.

«Mientras que las clases medias están descontentas con la incompetencia y la corrupción del Gobierno, las clases trabajadoras están económicamente frustradas por la falta de trabajo», ha asegurado el analista de mercados Sebastian Spio-Garbrah.

Zuma salió ileso de un juicio político llevado a cabo en abril después de que el Tribunal Constitucional le acusara de haber incumplido la ley al ignorar una orden que le obligaba a pagar parte de los 16 millones de dólares (14 millones de euros) provenientes de las arcas públicas que había usado para reformar su casa privada en una zona pobre de Nkandla.

Por otro lado, la Alianza Democrática, ha aprovechado el descontento y el año pasado eligió a su primer líder negro, Mmusi Maimane, como parte de una estrategia para atraer el voto de la mayoría negra y deshacerse de la etiqueda que le acusaba de ser un partido que vela por los intereses de una minoría blanca.

Las críticas a Zuma, sin embargo, no ha beneficiado al partido a la izquierda del ANC, los Luchadores por la Libertad Económica, liderado por el polémico Julius Malema que ha logrado el apoyo de ciertos sectores de la juventud pero a nivel nacional solo ha obtenido un 8 por ciento de los votos.

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