El mundo hispano reclama a Trump que reconozca el peso del español en Estados Unidos

La Casa Blanca afirma que el cierre de la versión en castellano de su web se debe a que está «en construcción»

El alcalde de Miami, dispuesto a hacer una petición oficial junto con otros cargos públicos para exigir presencia hispana

El director del Instituto Cervantes cree «muy grave» negar «la voluntad lingüística» a 57 millones de hispanohablantes

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Con los precedentes en la actitud de Donald Trump hacia el mundo hispano, la súbita desaparición del idioma español del sitio web de la Casa Blanca ha levantado una ola de rechazo entre los hablantes de la lengua de Cervantes, que ha alcanzado de lleno a España.

Desde miembros de la comunidad latina de EE.UU. hasta tres ministros españoles se pronunciaron este lunes en contra de ignorar a un colectivo que ronda ya los 57 millones de personas y que continúa en claro ascenso.

Ante el revuelo internacional generado, el nuevo secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, se vio forzado ayer a matizar que la supresión de la versión en español de la página oficial se debe a que esta está «en construcción» tras la llegada de la Administración de Trump.

«Hemos hecho mucho trabajo en esa web y vamos a continuar desarrollando esa web», respondió a las preguntas de los periodistas en su primera rueda de prensa.

Spicer añadió que eso «va a tomar tiempo» y que se va a ir trabajando «pieza por pieza», si bien no llegó a garantizar que la versión en castellano volviera a estar disponible.

En todo caso, la inquietud generada al aparecer el mensaje en inglés de «Disculpe, la página que está buscando no puede encontrarse» tiene sus raíces en el lenguaje hostil hacia la inmigración de origen hispano empleado durante la campaña electoral por el hoy presidente del país, que llegó a tildar de «violadores» a los inmigrantes que «envía» México.

«Si no hay presencia hispana, me uniré a otros alcaldes y legisladores para hacer una petición oficial» Tomás Regalado, alcalde de Miami

Uno de los latinos en puestos relevantes que vienen defendiendo el peso de esta comunidad en EE.UU. es el alcalde de Miami, Tomás Regalado, quien sostiene que esta ciudad famosa por su diversidad es «lo que será Estados Unidos en 25 años». Dos tercios de los vecinos son de origen hispano y él mismo llegó de niño desde la cercana Cuba. «Tenemos más de 50 millones de hispanohablantes en Estados Unidos y la Casa Blanca tiene que responder a eso», asegura a este diario.

Regalado espera que el cierre de la versión española de la web oficial sea transitoria. «No quisiera pensar que sea permanente, sino que está cambiando la narrativa de la Administración pasada», indica. Ahora bien, «si pasan los días y no se repone, me uniría a otros alcaldes y legisladores para pedir oficialmente una presencia hispana, no solo en la web, sino un reconocimiento en general a la comunidad hispana». En este sentido, reclama que en los cargos que faltan por nombrar haya miembros de esta comunidad.

«Sería lamentable que cerrara esa página», asegura también desde Florida Francisco Portillo, presidente de la Coalición de Organizaciones Latinas Unidas, que reconoce su descontento por la escasa presencia hispana entre los cargos nombrados por Trump. «Con 57 millones de latinos, deberían tomarnos en serio y adoptar el español como segunda lengua», señala.

California vota regresar a las escuelas bilingües

Le guste o no al presidente, la realidad se impone. El mismo 8 de noviembre en que salió elegido, en California -el estado con más hispanos- se aprobó en votación popular que el bilingüismo regresara a las escuelas del estado, donde se había impuesto el «English Only». Un portavoz de la Asociación de Profesores de California, Mike Myslinski, explicó que el apoyo masivo a la medida se debe a que «facilitar el aprendizaje de español y otros idiomas proporciona a los estudiantes más oportunidades de competir en la economía global».

En España, el presidente del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, cree «muy grave» la supresión de la versión en español de la web de la Casa Blanca, porque supone «negar la voluntad lingüística» de los casi 57 millones de hispanohablantes de EE.UU. Que «lo primero que haya hecho» el nuevo presidente, Donald Trump, haya sido «quitar la lengua española» de este sitio oficial «tiene un valor simbólico muy importante» y teme que, tras esta medida, puedan venir «otras más destructivas», declaró a ABC.

«Es muy grave negar la voluntad lingüística a los casi 57 millones de hispanohablantes»Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes

El Cervantes, dedicado a promover en el mundo la enseñanza, el estudio y el uso del español, «dará la batalla» para que ese casi 18% de la población estadounidense que habla español pueda mejorar y conservar su idioma. Entre las iniciativas de la institución, que tiene cinco instalaciones en EE.UU., está un certificado internacional para homologar el dominio de esta lengua.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, «lamentó» el cierre de la web en español de la Casa Blanca, mientras que el titular de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, cree que no es una buen noticia, si bien «no detendrá ni pondrá en riesgo la difusión imparable de nuestro idioma en Estados Unidos y en el mundo entero», apuntó. Terció incluso el ministro de Justicia, Rafael Catalá, para quien la medida «no tiene sentido».

César Antonio Molina, ex ministro de Cultura con el PSOE y ex director del Instituto Cervantes, fue más crítico. A su juicio, se trata de «una manifestación más del racismo de Trump» y «una espece de declaración de guerra a la cultura». «Suprimir la segunda lengua que se habla en un país es un acto de violencia contra sus propios ciudadanos», señaló a ABC.

La polémica llegó al Congreso de los Diputados, donde los socialistas registraron dos preguntas al Gobierno para conocer su respuesta, informa Ana I. Sánchez. Ciudadanos, por su parte, avanzó su apoyo a todas las campañas encaminadas a la promoción y defensa del Español en Estados Unidos, señalando en concreto su apuesta por la red del Instituto Cervantes.

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