Los candidatos a la Casa Blanca Hillary Clinton (demócrata) y Donald Trump (republicano)
Los candidatos a la Casa Blanca Hillary Clinton (demócrata) y Donald Trump (republicano) - AFP

El mundo se divide ante el duelo electoral entre Clinton y Trump

La comunidad internacional se divide en sus preferencias para la Casa Blanca. Europa Occidental e Iberoamérica, en general, se inclinan por Clinton; en tanto que Rusia y los populistas de cualquier país prefieren al magnate

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  1. El Kremlin y la población rusa esperan la victoria de Trump

    Vladimir Putin, durante un homenaje este viernes en la Plaza Roja de Moscú
    Vladimir Putin, durante un homenaje este viernes en la Plaza Roja de Moscú - AFP

    No sólo el presidente Putin, sino también la élite rusa y el conjunto de la población prefieren ver en la Casa Blanca a Donald Trump antes que a Hillary Clinton. Así se refleja con total nitidez en los medios de comunicación oficiales del país, que alaban constantemente al candidato republicano y critican sin compasión a la demócrata.

    Putin y Trump se han intercambiado piropos mientras los sondeos ponen de manifiesto que a los rusos les gustaría que fuera el magnate estadounidense el próximo presidente de los Estados Unidos. Ciertos analistas subrayan que los republicanos siempre se han llevado mejor con el Kremlin que los demócratas.

    El presidente ruso sigue obsesionado con su idea de pactar con Washington un nuevo orden mundial y un reparto de las zonas de influencia en el planeta, y cree que con Trump sería más fácil negociarlo que con Clinton, a la que no digieren ya desde la época en la que ocupó la secretaría de Estado. Putin está cansado de oír de ella reproches sobre la falta de democracia en Rusia, su militarismo y la violaciones de derechos humanos.

    Según los sondeos, también la población rusa se decanta claramente a favor de que Trump sea el próximo presidente. Una encuesta de la Fundación Opinión Pública señala que el 44% de los rusos están convencidos de que con Trump las cosas irán mejor para Rusia mientras que sólo un 7% prefiere a Clinton, informa desde Moscú Rafael M. Mañueco.

  2. Todo México unido en el rechazo

    Muro que separa México y Estados Unidos en Otay Mesa (California)
    Muro que separa México y Estados Unidos en Otay Mesa (California) - EFE

    Estados Unidos y México son miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que ha denostado Donald Trump. EE.UU. es el primer socio comercial de México y México el tercero de EE.UU. Seis millones de empleos en EE.UU. dependen del comercio con México. Por la frontera de 3.000 kilómetros en la que Trump propone construir un muro, se comercia un millón de dólares por minuto y transita legalmente un millón de almas. Más de 34 millones de personas de origen mexicano viven en Estados Unidos.

    El Gobierno mexicano ha insistido en la realidad que evidencian esas cifras frente a los deseos de quien quiera que ocupe el Despacho Oval, pero lo cierto es que México en su conjunto votaría en contra de Donald Trump. La mejor prueba fue la unanimidad del rechazo a su visita a principios de septiembre, informa desde México Yaiza Santos.

  3. Solo Le Pen ve con entusiasmo el ascenso del magnate en Francia

    Marine Le Pen (i), líder del Frente Nacional, y su sobrina y diputada del partido de extrema derecha Marion Marechal-Le Pen, durante el homenaje a las víctimas del atentado de Niza, el pasado 15 de octubre
    Marine Le Pen (i), líder del Frente Nacional, y su sobrina y diputada del partido de extrema derecha Marion Marechal-Le Pen, durante el homenaje a las víctimas del atentado de Niza, el pasado 15 de octubre - EFE

    En Francia, solo Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional (FN, extrema derecha), contempla con entusiasmo la ascensión de Donald Trump.

    La extrema derecha francesa contempla con admiración y envidia apenas contenida las expectativas electorales del magnate, interpretándolas en forma de espaldarazo nacional: «Trump triunfa defendiendo las tesis que son las nuestras desde hace muchos años».

    La izquierda, el centro y la derecha evitan cuidadosamente ningún tipo de «intervención», subrayando que el futuro presidente de Francia deberá defender los intereses nacionales y estará dispuesto a dialogar con el jefe de la Casa Blanca, sea quien sea. No obstante, Hollande ha avanzado sus buenas relaciones con Obama. Y de idéntica forma se han pronunciado los conservadores Sarkozy y Juppé, informa desde París Juan Pedro Quiñonero.

  4. Renzi se alinea abiertamente

    Matteo Renzi y su mujer, con los Obama en la Casa Blanca el pasado octubre
    Matteo Renzi y su mujer, con los Obama en la Casa Blanca el pasado octubre - Reuters

    El primer ministro italiano, Matteo Renzi, se ha expresado en varias ocasiones muy claramente a favor de Hillary Clinton. Lo hizo en febrero por primera vez, utilizando una expresión deportiva: «Yo "tifo" Hillary Clinton» (Yo estoy con Hillary Clinton). Tras esta declaración, cuando los periodistas le preguntaron sobre la posibilidad de un triunfo de Donald Trump, aseguró: «Se trabajará con quien sea presidente de EE.UU.».

    Después ha vuelto a mostrar explícitamente su posición favorable a Hillary en septiembre, cuando participó en un debate con el marido en la convención anual de la Clinton Foundation: «Te espero como "first husband" al G7 del próximo año en Italia», dijo Renzi a Bill Clinton, preocupando no poco a los diplomáticos italianos, quienes pensaron que un apoyo tan explícito podría crearle problemas en caso de triunfo de Trump, informa desde Roma Ángel Gómez Fuentes.

  5. El mal menor frente a la incógnita para China

    Un libro sobre Hillary Clinton junto a otro de Vladimir Putin, expuestos este fin de semana en una librería de Pekín
    Un libro sobre Hillary Clinton junto a otro de Vladimir Putin, expuestos este fin de semana en una librería de Pekín - AFP

    En China, la otra superpotencia llamada a pugnar por la hegemonía mundial, las elecciones de EE.UU. son contempladas desde la distancia, aunque con evidente interés. El autoritario régimen de Pekín no ha expresado sus preferencias entre Clinton y Trump.

    Pero, siguiendo a la prensa oficial china, controlada por la propaganda, se puede apreciar una ligera predilección por Clinton como el mal menor, ya que sus posiciones son al menos conocidas frente a la incógnita del volátil Trump. Aunque Clinton ha criticado la violación de derechos humanos en China, no deparará ninguna sorpresa porque se encargó de la diplomacia estadounidense durante la primera Administración Obama. En cambio, es difícil predecir el comportamiento de Trump, quien además se ha mostrado muy belicoso con China en el plano económico y amenaza con aranceles proteccionistas, informa desde Pekín Pablo M. Díez.

  6. La incertidumbre debilita el voto republicano en Israel

    Donald Trump se dirige a los miembros del Comité de Asuntos Públicos Americanoisraelí (AIPAC, en sus siglas en inglés), el pasado marzo en Washington
    Donald Trump se dirige a los miembros del Comité de Asuntos Públicos Americanoisraelí (AIPAC, en sus siglas en inglés), el pasado marzo en Washington - AFP

    En Israel viven unos 300.000 estadounidenses, de los que 200.000 tienen derecho al voto en EE.UU. De ellos, unos 80.000 habitan en los territorios ocupados y hasta allí ha llegado la campaña de Donald Trump con oficinas más allá de la línea verde. En 2012, el 85% de los votos emitidos en Israel fueron para el candidato republicano Mitt Romney y los dos mandatos de Barack Obama han estado marcados por las quejas constantes de Israel sobre la presión demócrata para no expandir los asentamientos. Una presión dialéctica que, sin embargo, no se ha traducido en hechos.

    En estas elecciones el resultado parece más reñido ya que Trump despierta cierto recelo porque resulta impredecible, pero las encuestas realizadas en mayo por los medios locales entre los israelíes con derecho a voto otorgaron la victoria a su oponente, Hillary Clinton, informa desde Jerusalén Mikel Ayestaran.

  7. Rechazo a Clinton en Camboya

    El presidente filipino, Rodrigo Duterte (i), con el líder rebelde musulmán Nur Misuari, presidente del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN), el jueves en el palacio presidencial, en Manila
    El presidente filipino, Rodrigo Duterte (i), con el líder rebelde musulmán Nur Misuari, presidente del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN), el jueves en el palacio presidencial, en Manila - EFE

    En el Sudeste Asiático, a pesar de la corrección política, algunos mandatarios han mostrado sus preferencias en la carrera por la Casa Blanca. Éste es el caso del primer ministro de Camboya, Hun Sen, quien respaldó de forma pública a Donald Trump. Para el mandatario, su elección reforzaría la paz mundial al reducir las tensiones entre Estados Unidos y Rusia.

    «Francamente, quiero que Trump gane las elecciones», aseguró Hun Sen. «Si Trump gana, el mundo podría cambiar y ser mejor, porque Trump es un hombre de negocios y un hombre de negocios no quiere la guerra», añadió.

    Más enigmático, aunque con su humor habitual, se mostró el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte. Preguntado sobre quién era su candidato preferido –Clinton o Trump–, el mandatario reconoció: «Me siento mucho más cómodo diciendo que mi héroe favorito es (Vladimir) Putin», informa desde Rangún Eduardo S. Molano.

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