Se multiplican los abusos sexuales dentro del Ejército alemán

Los abusos tuvieron lugar en el contexto de exámenes médicos y ciertos rituales de iniciación

Miembros del Ejército alemán
Rosalía Sánchez

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Humillaciones, crueles rituales y abusos sexuales en una base militar de élite en el sur de Alemania , el centro de entrenamiento de operaciones especiales en Pfullendorf, componen la base del último escándalo que afecta al Ejército alemán. Los abusos tuvieron lugar en el contexto de exámenes médicos con connotación sexual y ciertos rituales de iniciación denunciados por una oficial que de inmediato obtuvo atención por parte del Parlamento y del Ministerio de Defensa. La ministra Ursula von der Leyen ha debido por ello enfrentarse a varios altos mandos que deseaban mucha mayor discreción sobre el caso. Von der Leyen calificó en su momento tales abusos de «repugnantes» y «abominables». Ahora hace una lectura positiva del aumento de denuncias registradas en el último año , una estadística publicada el pasado fin de semana y que atribuye a una mayor libertad para denunciar por parte de las víctimas.

El número de delitos sexuales denunciados en el ejército alemán ha pasado de los 128 registrados en todo el 2016 a un total de 187 entre enero y septiembre de 2017. Concretamente, frente a las cinco denuncias por violación registradas en 2016, se han registrado 11 este año hasta mediados de noviembre. «Es una señal positiva que los supervisores y los equipos denuncien con más frecuencia estos incidentes», ha reaccionado la ministra a la publicación de estas cifras por el diario Bild, «los abusos sexuales en las fuerzas militares son ahora más fácilmente denunciables, al igual que ocurre en el resto de la sociedad y queremos crear un ambiente en el que todas las personas se sientan con la confianza suficiente para reportar injusticia o violencia», ha dicho, interpretando que ese aumento tan reseñable no significa que los abusos estén aumentando en esa misma proporción, sino que lo que antes quedaba sin denuncia, ahora no permanecerá impune. Von der Leyen tiene posibilidades como próxima secretaria general de la OTAN , según fuentes políticas berlinesas, y la lucha contra este tipo de abusos forma ya parte de su perfil como candidata.

Casos antiguos

El ejército alemán, por su parte, ha explicado que si las cifras de 2017 son tan altas es porque incluyen casos antiguos que se volvieron a denunciar porque las personas involucradas no quedaron satisfechas con la forma en que se dirimieron. Además, los datos incluyen denuncias de presuntas agresiones fuera de las fuerzas armadas, un número que pasó de tres en 2016 a ocho en 2017.

La denuncia más aireada por los medios ha sido la referente a que algunos reclutas eran sometidos a ejercicios médicos en los que se les exigía desnudarse por completo mientras sus instructores los grababan, además de ser forzados a insertarse objetos por el ano. Tales actos, cuyas víctimas eran tanto hombres como mujeres , eran también fotografiados por los perpetradores. Como resultado de las investigaciones iniciales, siete soldados fueron separados de sus puestos. El Ejército alemán reconoció en el comunicado que «un número significativo de incidentes» que calificaba de «vergonzosos» , subrayando que «este tipo de comportamientos no cumplen con los estándares de respeto a la dignidad humana y la autodeterminación sexual».

Inmediatamente antes de la publicación de la estadística, la semana pasada, la Fiscalía de Kiel abrió una investigación a un suboficial del Ejército por violación cometida durante una fiesta de graduación. Las víctimas serían dos mujeres de 18 y 22 años. El sospechoso se ha negado a declarar y ha sido suspendido. El caso se ha sumado a otras denuncias por abusos sexuales que actualmente son actualmente objeto de investigación por una comisión creada por orden expresa de la ministra de Defensa.

Al revuelo de estas investigaciones han aparecido también casos de grupos neonazis dentro de las tropas alemanas y la sonada detención del soldado Franco A., acusado de planear un atentado del que pretendía culpar a solicitantes de asilo y políticos de izquierdas. Un segundo soldado ha sido también detenido como sospechoso de haber colaborado en la preparación de este atentado ultraderechista, forzando al Ministerio a anunciar cambios en los valores y en las normas del ejército, conformado por más de 60.000 soldados.

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