Milicianos libios participan en el asalto a la ciudad de Sirte
Milicianos libios participan en el asalto a la ciudad de Sirte - AFP

Milicias libias comienzan la batalla final por el control de Sirte

Al menos 25 milicianos han muerto 132 han resultado heridos durante las primeras horas de la ofensiva sobre los barrios 1 y 3, donde se calcula que todavía resisten cerca de doscientos yihadistas

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Cientos de milicianos afines al Gobierno de Unidad Nacional (GNA) libio avanzaron durante la madrugada de ayer sobre los últimos rescoldos del dominio de Daesh en Sirte. Apoyados por el bombardeo de helicópteros «Cobra» estadounidenses, las brigadas misratíes Al Bunyan Al Marsus iniciaron así la ofensiva final sobre lo que una vez fue la capital de la rama libia del autoproclamado Estado Islámico.

«Entramos en el Distrito 3 después de una noche de ataques aéreos de la aviación internacional. Empieza la ‘Batalla Madre’», señalaron las milicias a través de un comunicado. Al menos 25 murieron y 132 resultaron heridos durante las primeras horas de la ofensiva sobre los barrios 1 y 3, donde se calcula que todavía resisten cerca de doscientos yihadistas.

Con tanques y artillería pesada, flanqueados por milicianos con armas ligeras, hacen frente a las bombas trampa, minas y francotiradores de Daesh, que apostados en sus «nido de pájaro» han logrado entorpecer durante semanas «la liberación» del centro de la ciudad, un área muy densa de casas bajas y callejones. Las milicias afines al GNA informaron de la explosión de al menos cinco coches bomba y un suicida tan sólo el domingo, «en un intento desesperado de bloquear nuestras tropas». Muchos de los yihadistas son de origen subsahariano –malienses, chadianos o nigerianos- pero también norteafricanos como tunecinos o egipcios, según se puede comprobar por las imágenes distribuidas en las redes sociales por combatientes del GNA. Frente a los yihadistas, una amalgama de jóvenes lampiños y veteranos del Ejército de Gadafi, la mayoría de Misrata, pero también de otros pueblos del área occidental del país.

Según el portavoz de las milicias Reda Issa, se habrían movilizado más de 1.000 milicianos para la «Batalla Madre», que se estima que se prolongue «unos pocos días», a tiempo para la celebración de la fiesta del sacrificio, Eid al-Adha, prevista para mediados de septiembre.

Pese al éxito de la operación contra Daesh en Sirte, ordenada por el Gobierno de Unidad Nacional auspiciado por la ONU, éste no ha logrado ganarse el apoyo de los libios. Según señalan ciudadanos libios a ABC desde Trípoli, los artífices de la liberación de la ciudad son «las milicias», al tiempo que muestran su descontento con el GNA: «Tenemos cortes de luz, no se pagan salarios…». La semana pasada, la Cámara de Representantes de Tobruk –reconocida internacionalmente- se negó a dar su visto bueno al Gabinete del GNA, presidido por Fayez Al Serraj, enquistando el proceso político de un país dividido y con al menos tres gobiernos.

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