Ban Ki moon: «El futuro de Siria no puede depender de Al Asad»

El secretario general de la ONU, en su discurso de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas, ha condenado el ataque que ha sufrido este lunes un convoy humanitario en Siria y que ha dejado 20 muertos

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha denunciado este martes que el «repugnante, salvaje y aparentemente deliberado» ataque de este lunes contra un convoy humanitario en Siria y ha exigido rendición de cuentas para este y otros crímenes. «Los trabajadores humanitarios que entregaban ayuda eran héroes. Aquellos que les bombardearon son cobardes», dijo Ban en su discurso de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas. «Justo cuando pensamos que no se puede ir a peor, el listón de la inmoralidad se hunde aún más», ha añadido.

El diplomático ha recordado que la ONU se ha visto obligada a suspender sus acciones humanitarias como resultado del ataque de ayer, que golpeó a un convoy humanitario de Naciones Unidas y la Media Luna Roja Siria (SARC) en la región de Alepo, en el norte del país.

En el suceso murieron unos 20 civiles y al menos un empleado de la Media Luna Roja, según confirmó hoy el Movimiento Internacional de la Cruz Roja.

El ataque ocurrió el mismo día en que el gobierno sirio dio por terminada una tregua de siete días que había sido negociada por Estados Unidos y Rusia. El ataque no ha sido reivindicado por nadie, aunque fuentes opositoras sobre el terreno indicaron que se trataría de un bombardeo, capacidad que ostenta el Ejército sirio o la Fuerza Aérea rusa, aliada del régimen de Bachar al Asad. Sin embargo, ambos ejércitos han negado rotundamente su vinculación con el suceso. El episodio ha disparado además la tensión entre Rusia y Estados Unidos, que ha responsabilizado a Moscú o Damasco de la agresión.

Admitir errores

Ban también ha aprovechado su discurso de apertura para disculparse en nombre de la organización por su papel en el brote de cólera en Haití y por los repetidos casos de abusos sexuales cometidos por «cascos azules» en distintos países. Ante los líderes mundiales ha expresado «sus disculpas por dos asuntos que han manchado la reputación de las Naciones Unidas y, mucho peor, traumatizado a muchas personas». El diplomático ha subrayado que las personas encargadas de proteger a poblaciones «nunca pueden convertirse en depredadores» y ha urgido a los Estados miembros y a la propia ONU a reforzar la política de «tolerancia cero» con estos crímenes.

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