El ministro para el Brexit espera concretar antes de fin de año los términos del periodo transitorio

La economía británica sigue creciendo a buen ritmo

El ministro para el Brexit David Davis AFP

IVÁN ALONSO

Parece que desde Reino Unido se vive en una ilusión paralela con el Brexit. En Bruselas la negatividad en este aspecto se deja ver día a día, mientras en las islas británicas todo lo contrario. El ministro para el Brexit David Davis se ha vuelto a mostrar optimista en llegar a un acuerdo con la Unión Europea antes de la fecha oficial de salida, en marzo de 2019. Será un proceso de «alto estrés», asegura, por la cantidad de temas a negociar, pero se puede conseguir, incluso en menos de doce meses. Lo que corre más prisa, según él, es concretar antes de que acabe este año como va a ser ese periodo de transición, de aproximadamente dos años, que se aplicará después de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Cuando eso quede resuelto se pondrán los esfuerzos en la negociación principal y en el futuro acuerdo comercial que habrá entre ambas partes. Un acuerdo que puede llegar en el último minuto, reconoce Davis, o que incluso se dé «un nanosegundo» después de que Reino Unido ya no forme parte del club comunitario.

Ante el Comité para el Brexit de la Cámara de los Comunes, el ministro encargado ha reconocido también que el Parlamento británico podría no votar el acuerdo final hasta después de que se haya producido el brexit si finalmente hay que esperar hasta el último momento para concretar los detalles.

Lo que ha dejado claro Davis es que no piensa igual que su homólogo europeo, Michel Barnier , en que el acuerdo comercial entre ambas partes podría tardar años en llevarse a cabo.

La sombra del «no acuerdo» ha vuelto a planear por el Parlamento británico y Davis mandaba un recado a Bruselas en este aspecto: «A menos que el Reino Unido mantenga la opción de irse sin un acuerdo hasta el momento final, la UE nos tendrá contra las cuerdas», destacando el ejemplo de Grecia cuando el club comunitario, según el ministro, hizo «afirmaciones repentinas en el último minuto» que pusieron en peligro el acuerdo final.

Crecimiento del 0,4%

A la misma hora de esa comparecencia de Davis en el Parlamento se conocían los datos del tercer trimestre de la economía británica. Siguen siendo buenos a pesar del Brexit. El PIB de Reino Unido creció un 0,4% entre julio y septiembre de este año. Una décima más que en los dos trimestres anteriores, según la Oficina Nacional de Estadísticas.

Impulsado por el sector manufacturero son mejores datos de los esperados, aunque pese a este incremento el Producto Interior Bruto se sitúa lejos del 0,7% que creció en el mismo periodo del año pasado.

Aunque, eso sí, estas cifras positivas hacen pensar que el Banco de Inglaterra podría acometer una subida en los tipos de interés, que se encuentran en su mínimo histórico (0,25%) desde agosto del año pasado.

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