Paul Nuttall, ayer tras una rueda de prensa
Paul Nuttall, ayer tras una rueda de prensa - REUTERS

Una mentira flagrante complica el futuro electoral del líder de Ukip

Paul Nuttall aseguró que había perdido amigos íntimos en la tragedia del estadio de Hillsborough, en 1989, y era falso

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Paul Nuttall, un profesor de historia católico de 40 años, originario de Bootle, en la comarca de Liverpool, se convirtió el pasado noviembre en líder de UKIP, sucediendo al carismático y estrafalario Nigel Farage. Barrió a sus dos rivales, un antiguo soldado y una expresidenta del partido, y se impuso en las primarias con el 62,6% de los votos. Pero su prestigio se ha visto rápidamente empañado, porque este martes ha reconocido que mintió cuando aseguró que había perdido a «varios amigos cercanos» en la tragedia del estadio de Hillsborough, donde murieron 96 seguidores del Liverpool en 1989. El desdoro llega en un mal momento, porque en una semana se disputan las elecciones anticipadas en la comarca de Stoke, donde aspiraba a convertirse en el segundo diputado de UKIP en el Parlamento de Westminster.

Hillsborough ha sido la mayor tragedia de la historia del fútbol inglés, con sus 96 víctimas, entre ellos 37 adolescentes. Se convirtió en todo un símbolo para Liverpool y su comarca, porque durante 26 años los aficionados «reds» y algunos políticos lucharon para que se reconociese que la culpa del suceso fue de la policía y los servicios de asistencia, cuya organización convirtió la grada en una ratonera, y no de los seguidores, como se mantenía. Finalmente, el año pasado una sentencia histórica les dio la razón y fue celebrada hasta por el primer ministro Cameron. Los hechos ocurrieron en una semifinal de Copa, que el sábado 15 de abril de 1989, a las tres de la tarde, reunió a 54.000 espectadores en el estadio de Sheffield.

Paul Nuttal tenía 12 años cuando se disputó el partido y siempre ha sostenido que estuvo en el estadio junto a su padre y dos de sus tíos. Además, en 2011 exigió en su blog personal que se publicasen los informes confidenciales de lo sucedido en Hillsborough, y lo hizo con estas palabras: «Si no se publican nunca llegaremos al fondo de la terrible tragedia, donde murieron 96 seguidores del Liverpool, incluidos algunos amigos personales míos que perdieron allí sus vidas».

Fecha clave en su vida

Nuttall siempre había destacado aquel día como una fecha clave en su vida, hasta el punto de que cuando fue elegido para liderar a UKIP uno de los datos que aportó la BBC en su perfil biográfico fue que había estado en el estadio en la luctuosa jornada de Hillsborough.

Pero una investigación de «The Guardian» ha probado que mintió. No perdió a ningún amigo íntimo en la tragedia, según él mismo reconoció este martes en una entrevista en una radio de Liverpool. En un primer momento de la conversación radiofónica, el político aseguró no haber dicho nunca que hubiese perdido a amigos en el estadio. Pero entonces el locutor, que sí estuvo en Hillsborough, le mostró las entradas de su blog en 2011. Nuttall, atrapado en su mentira, intentó arreglarlo diciendo que «no perdí a un amigo personal, perdí a alguien que conocía».

A solo una semana para que se elija al nuevo parlamentario por Stoke, las críticas de sus rivales han arreciado. Los conservadores dicen que su mentira ha sido algo «enfermizo». «No puede caer más bajo», le reprochan los laboristas, que se preguntan si alguien que miente en una cuestión así puede ser creíble en otros temas.

La verdad es que Nuttall lleva una mala racha. Las mentiras se acumulan. Para inscribirse en las elecciones por Stoke facilitó al registro una dirección en la que en realidad no vive. En su currículo contó que había sido futbolista profesional en los Tranmere Rovers, pero el club se apresuró a aclarar que no pasó de juvenil. Por último, en su biografía profesional en la red social Linkedln se presentó como doctor en historia, pero lo cierto es que no completó la tesis. En los dos últimos casos culpó de los errores al equipo de prensa de UKIP.

Una mentira más

Pero todavía se le acusa de una mentira más, todavía no probaba, y es que «The Guardian» insiste en que ni siquiera estuvo en el partido de Hillsborough, en contra de lo que continúa sosteniendo. Se basan para ello en los testimonios de un amigo de la infancia, que ha mantenido relación con él durante 25 años, y de un sacerdote católico del colegio donde estudió. Ambos han declarado que jamás lo escucharon referirse a la tragedia de Hillsborough de un modo vivencial, cuando para un niño de 12 años tendría que haber sido un hecho enormemente traumático, que sin duda habría comentado. El cura añade que el colegio efectuó un listado de todos los niños que acudieron al partido, para cuidarlos tras el suceso, y no le consta que Nuttall figurase entre ellos.

El actual líder de UKIP, corpulento, calvo, de porte atildado y corbatas coloristas, trabajó un tiempo en Barcelona en su juventud y forma parte del paisaje del tertulianismo televisivo. Es eurodiputado desde hace nueve años y había ejercido en su día de presidente de UKIP y durante varios años como número dos del pinturero Nigel Farage.

Nuttall aspira a arañar sufragios a costa del laborismo, sabedor de que en el Norte de Inglaterra y en el mundo rural muchos seguidores tradicionales de la izquierda votaron Leave. Pero su reto es inmenso, porque UKIP ha perdido casi toda su razón de ser al adoptar Theresa May su ideario de un Brexit duro y el discurso hostil a los inmigrantes.

Ver los comentarios