El martirio judicial de Shawkan, reportero confinado por tomar fotos en Egipto

El 10 de diciembre se reanudará el juicio al reportero Shawkan, premiado internacionalmente y que ha permanecido más de tres años en prisión preventiva y cuyo juicio, un show» según AI, ha sido retrasado en incontables ocasiones

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Cuando Mahmoud Abu Zeid, más conocido como Shawkan, cogió su cámara el 14 de agosto de 2013, no sabía que no volvería a tomar libremente una fotografía más. Ese día, mientras cubría cómo las fuerzas de seguridad egipcias dispersaban violentamente la sentada de partidarios del islamista y depuesto presidente Mohamed Morsi, fue detenido: desde entonces, ha pasado más de tres años en prisión preventiva, más de 1.000 días antes de que siquiera comenzara el juicio que se reanudará finalmente el próximo 10 de diciembre.

«La ordalía de Shawkan –detenido injustamente y que enfrenta cargos sólo por su trabajo como periodista- parece continuar indefinidamente», señalan desde Amnistía Internacional. La primera sesión de su juicio se programó para el 12 de diciembre de 2015, más de 800 días después de su arresto.

Desde entonces, el juicio se ha pospuesto en nueve ocasiones, por razones tan peregrinas como «motivos de seguridad que impedían el traslado de los acusados desde la cárcel a los juzgados» (aducida por el Directorado de Seguridad el 28 de junio, pospuesto hasta el 9 de agosto) o la falta de espacio en la sala (pospuesto del 12 de diciembre al 6 de febrero, pospuesto nuevamente por la misma razón al 26 de marzo). El 19 de noviembre Shawkan pudo finalmente hablar ante el juez, pero el juicio volvió a posponerse hasta el 10 de diciembre. «(Retrasar los juicios) es una táctica que hemos visto una y otra vez en las Cortes de Justicia egipcias, que se utiliza para castigar a periodistas, críticos y opositores, y que es increíblemente cruel porque está manteniendo entre rejas a gente como Shawkan, cuando no es una amenaza y no hay evidencias contra él», critica a ABC el investigador para Egipto de AI, Nicholas Piachaud.

«Estoy pagando mi pasión con mi vida»

Junto a Shawkan son juzgadas otras 738 personas, la mayoría partidarios del expresidente Morsi, y que enfrentan cargos de posesión de armas, manifestación ilegal, intento de asesinato y asesinato. Un juicio masivo que tampoco es una novedad en la campaña de represión del Ejecutivo egipcio contra partidarios de la Hermandad Musulmana o activistas y periodistas críticos.

Según sus abogados, Shawkan sólo cargaba con su cámara cuando fue detenido junto a otros dos periodistas, un fotógrafo francés y un reportero estadounidense, que fueron liberados al poco tiempo. Shawkan, de nacionalidad egipcia, fue trasladado a la tristemente célebre prisión de Tora, “un cementerio”, según el propio Shawkan.

En cada visita a la cárcel está más delgado y anémico. Padece Hepatitis C y se le ha impedido el tratamiento

«En cada visita está más delgado y anémico, parece un esqueleto. Shawkan padece Hepatitis C y se le está impidiendo recibir tratamiento. Su salud física y psicológica se están deteriorando rápidamente», cuenta a ABC Ahmed Abu Seif, amigo de la infancia, quien insiste en que la única afiliación de Shawkan era el fotorreporterismo, y que no se metía en política. Un mensaje que Shawkan repitió en la última de sus tres cartas desde prisión: «Mi pasión es la fotografía, pero estoy pagando el precio de mi pasión con mi vida. Sin ella, una parte de mi está perdida«.

Shawkan, cuyas fotografías han ilustrado reportajes de Time Magazine, Die Zeit, BILD o la agencia Demotix, fue detenido por documentar la «masacre de Rabaa», sostiene uno de sus abogados, Karim Abdel Rady. En Raba, los choques entre las fuerzas de seguridad egipcias y manifestantes partidarios de Mohamed Morsi se cobraron la vida de más de 600 personas, según datos de organizaciones internacionales.

Próxima sesión, el 10 de diciembre

Precisamente su labor como fotorreportero en las calles y las plazas egipcias es la que ha premiado este noviembre el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ). Shawkan, de 29 años, recibió in absentia el Premio Internacional por la Libertad de Prensa. «Hay algo increíble en observar ahora el trabajo de Shawkan, en 2016, porque… se detuvo 2013», dice Yasmin El Rifae, investigadora del CPJ en Oriente Medio y Norte de África.

La próxima sesión del juicio será el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Sus abogados han presentado pruebas de que Shawkan padece Hepatitis C con la intención de que sea liberado para su tratamiento, pues temen que el juicio se alargue mucho más: «Puede tomar entre 20 y 30 sesiones tan sólo escuchar a los testigos de la acusación», señaló al diario CairoPost un abogado del caso, Taher Abu el-Nasr.

Amnistía Internacional ha renovado su llamada de auxilio por la libertad de Shawkan, desconfiando de un juicio justo para el periodista, que personifica la lucha de otros muchos egipcios detenidos por protestar contra el Gobierno del presidente Abdelfatah Al Sisi. «Es un show de juicio masivo, y no va a otorgar ninguna justicia», concluye Piachaud.

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