Terroristas de Abu Sayyaf en una imagen de archivo
Terroristas de Abu Sayyaf en una imagen de archivo - AFP

Los islamistas filipinos de Abu Sayyaf anuncian la ejecución de uno de los rehenes en su poder

Un portavoz del grupo radical, filial del Estado Islámico en la región, confirma la muerte del canadiense Robert Hall, en manos de los yihadistas desde septiembre

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La milicia islamista Abu Sayyaf ha ejecutado este lunes al rehén canadiense Robert Hall, quien fuera secuestrado el pasado 21 de septiembre, según ha reconocido un portavoz del grupo radical filipino.

Citado por el diario local Inquirer, Abu Raami, uno de los representantes de los yihadistas, anunciaba la decapitación de Hall a las 3 de la tarde hora local (9 de la mañana en España) en la isla de Jolo.

Este lunes expiraba el ultimátum lanzado por Abu Sayyaf sobre tres de los rehenes en su poder -el propio Hall, el noruego Kjartan Sekkingstad y la filipina Marites Flor.

Durante el fin de semana, la milicia, filial del Estado Islámico en la región, hacía público un vídeo donde amenazaba con torturar a dos de los retenidos -Hall y Sekkingstad, quienes fueran raptados el 21 de septiembre de un complejo hotelero en el sureste del país- si no se producía el pago del rescate, cuantificado en 12,6 millones de dólares, o si el Ejército llevaba a cabo una operación de salvamento. Con anterioridad, Abu Sayyaf había asegurado que ejecutaría a los tres rehenes el 13 de junio.

El anuncio de la muerte de Hall se produce solo días después de que cuatro marineros malasios en manos de la milicia islamista filipina desde abril fueran liberados. Sin embargo, se desconoce la cuantía del rescate.

La organización islamista Abu Sayyaf fue creada en 1991 como una escisión del Frente Moro de Liberación Nacional. Su fundador, Abdurajak Abubakar Janjalani, era un clérigo que luchó en Afganistán, donde (asegura) conoció a Osama Bin Laden y sintió la llamada a una yihad global.

Desde su nacimiento, hace ahora un cuarto de siglo, el grupo ha sufrido una notable vuelta de tuerca interna, con numerosas muertes en su liderazgo. Entre las principales obras de su legado de terror se encuentra el atentado con explosivos contra un ferry en la bahía de Manila en febrero de 2004, donde al menos 116 personas perdieron la vida.

Ya en julio de 2014, su líder, Isnilon Totoni Hapilon, juraba lealtad a la red del Estado Islámico.

Ahora, el grupo armado ha convertido la extorsión en su seña de identidad: A finales del pasado mes de abril, John Ridsdel, un turista canadiense raptado siete meses antes por los radicales junto con los tres rehenes actuales, era ejecutado tras expirar el plazo de sus captores, que exigían 20 millones de euros por su liberación.

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