poster Vídeo
Theresa May firma la carta que activa el Brexit

May inicia el Brexit buscando «una sociedad especial con la UE»

La Unión Europea advierte de que no habrá acuerdo si los británicos intentan frenar desde ya la llegada de comunitarios

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La pelea real del Brexit comienza este miércoles. Theresa May firmó anoche la carta para la activación del Artículo 50 que iniciará el divorcio y cuyo destinatario es Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo. A pesar de su decantación por el Brexit duro y de amenazas como que «es mejor ningún acuerdo que un mal acuerdo», a medida que se acerca la hora de la verdad la premier parece girar al pragmatismo: «Buscaremos una sociedad profunda y especial con la UE», enfatizó este martes, en un encuentro con inversores cataríes.

El inicio del proceso de salida, saludado este martes por el eurófobo Farage como «el día en que recuperamos nuestro orgullo y auto respeto», coincide con un grave problema territorial doméstico.

Los ex primeros ministros Major y Blair se cansaron de advertir hace nueve meses que el Brexit podría dañar la integridad del Reino Unido. Nadie escuchó a los viejos jarrones chinos, pero tenían razón.

El Parlamento Escocés aprobó este martes la petición de una nueva consulta separatista. Además, el Ejecutivo británico ha reconocido que el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998 contiene una cláusula que permite convocar un referéndum para unir Irlanda del Norte a la República de Irlanda si hay demanda popular de celebrarlo. Irlanda del Norte votó contra el Brexit (56%-44%), está sin Gobierno y esa hipótesis ya no resulta inverosímil. La aventura brexiter, una alarde de nacionalismo inglés, podría acabar convirtiendo al Reino Unido en «Little England».

Bruselas también se prepara para los complejos 18 meses de negociaciones. Fuentes comunitarias enviaron este martes una advertencia de última hora a Londres: no habrá acuerdo con la UE si en su carta de hoy May intenta limitar la libre circulación de comunitarios antes de que se complete la salida del Reino Unido, prevista para marzo de 2019. También se espera que Bruselas les presente al final un finiquito de salida de 50.000 millones de euros, cifra que sulfura a los brexiters.

«Estoy asustado. Trabajo en una fábrica de coches y el Brexit puede dejarnos sin encargos»

Es cierto que el Brexit se impuso con claridad (51,8%-48,1%). Pero también es verdad que la permanencia obtuvo 16,1 millones de votos, más que cualquier partido en unas elecciones (Cameron triunfó con 11,3 millones de votos). El «Remain» fue además la opción que triunfó en Londres, entre los jóvenes (70%), entre las clases ilustradas y en Escocia e Irlanda del Norte. Una vez que el Gobierno ha implantado el rodillo de una salida dura, el público europeísta percibe que su voz no cuenta, sensación agudizada por la inoperancia de un Partido Laborista roto y fofo.

Ante la dejación de funciones de Corbyn, de alma euroescéptica, la bandera de un Brexit prudente ha quedado en manos de iniciativas como Open Britain, un lobby que une a políticos de todos los partidos y que apoya Blair. Este martes presentaron en Westminster un plan para fiscalizar durante las negociaciones que se cumplen las promesas del Gobierno y la campaña del «Leave». Por ejemplo, se prometió que la salida de la UE reforzaría la unidad nacional, lo cual a día de hoy ya es falso. También se dijo que se conservaría el mismo nivel de acceso comercial al mercado único europeo, algo dudoso. Tampoco se olvida la famosa promesa del bus de campaña de Boris Johnson: «Cada semana enviamos a la UE 350 millones de libras que pueden ir a la sanidad pública». Un lema que los propios brexiters han reconocido como errado.

«Ganadores tristes»

ABC asistió este martes al acto de Open Britain en el centro de Londres, que reunió a Nicky Morgan, ex ministra de Educación con Cameron, una europeísta cesada por May; Nick Clegg, el liberal que fue vice primer ministro, y el respetado diputado laborista Chris Leslie. «Somos patriotas y queremos lo mejor para nuestro país, pero cada vez hay un agujero mayor entre lo que se le prometió al pueblo británico y lo que está ocurriendo», advirtieron.

Morgan destapó que el Gobierno de May no es por dentro tan brexiter como parece, «no puedo dar nombres, pero hay fuertes partidarios del Remain». También reprochó a la premier algo que ya es una obviedad: «La integridad del Reino Unido está hoy amenazada por dejar la UE». Clegg abundó en esa línea -«el tema de Irlanda del Norte es más serio y profundo de lo que la gente aprecia»- e hizo un comentario que arrancó risas: «Nunca se ha visto a unos ganadores tan tristes como estos del Leave. Señal de que no tienen confianza en lo que están haciendo».

Este miércoles por la mañana, May hablará en el Parlamento para anunciar la salida. Un ojo estará allí, otro en Bruselas y un tercero, atento a los mercados.

Ver los comentarios