Los aspirantes al Elíseo, de izquierda a derecha, François Fillon, Benoît Hamon, Marine Le Pen, Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélenchon
Los aspirantes al Elíseo, de izquierda a derecha, François Fillon, Benoît Hamon, Marine Le Pen, Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélenchon - Reuters

Incierto duelo electoral a cuatro bandas para alcanzar el Elíseo

La incertidumbre y el miedo asociados al terrorismo y la violencia suburbana pueden favorecer a Le Pen y Fillon

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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Marine Le Pen, extrema derecha, Emmanuel Macron, social-reformista, François Fillon, conservador, y Jean-Luc Mélenchon, extrema izquierda, pueden aspirar a pasar a la segunda vuelta de la elección presidencial más incierta de la V República. Este domingo, los 46.938.525 franceses inscritos en las listas electorales deberán escoger, entre ellos y otros siete candidatos, a los dos únicos finalistas que podrán participar en la segunda y definitiva vuelta, el próximo 6 de mayo.

Los últimos sondeos legales y conocidos anunciaban la posible victoria preliminar este domingo de Marine Le Pen, previa a una posible derrota dentro de dos semanas. Según los mismos sondeos, Macron, Fillon y Mélenchon se disputaban el segundo puesto, en un pañuelo del 2 al 3% de las intenciones de voto.

Si se recuerda que el margen de error reconocido, en todos los sondeos, es del 2 al 2,5%, cualquiera de ellos puede aspirar al duelo final con Le Pen en la segunda vuelta.

El riesgo de una abstención superior al 30% y el ensangrentado tiroteo de la noche del jueves en los Campos Elíseos, han dramatizado las últimas 48 horas previas al voto. Analistas, historiadores y sondeos oficiosos sugieren que la incertidumbre y el miedo, asociados al terrorismo y la violencia suburbana, pudieran precipitar un posible vuelco electoral favorable en imprevisible medida para Le Pen y Fillon, la derecha y la extrema derecha. En la recta final, la juventud e inexperiencia de Macron se han percibido como un posible hándicap para el candidato reformista. Al mismo tiempo, la fragmentación sin precedentes del paisaje político nacional es una amenaza potencial para todos los candidatos.

El voto francés parece llamado a influir en toda Europa

Marine Le Pen puede ganar la primera vuelta, este domingo. Pero perder la segunda, dentro de dos semanas. Su proyecto de Frexit, retirar a Francia de la Unión Europea (UE), es percibido como una aventura peligrosa para muchos sectores sociales.

Emmanuel Macron puede pasar a la segunda vuelta. Pero es un candidato muy joven (39 años), sin experiencia en la cúspide del Estado: un riesgo para él y para Francia. Su modesta experiencia como ministro de Economía de François Hollande, durante dos años cortos, es un bagaje político equívoco y peligroso electoralmente.

Antes de poder enfrentarse a Marine Le Pen, en segunda vuelta, François Fillon debe salvar el escollo de otro candidato ultraconservador, Nicolas Dupont-Aignant, un aventurero que tenía un 3 o 4% de intenciones de voto en los últimos sondeos. Cuando el «billete» de la segunda vuelta se juega en un pañuelo del 2 al 3% de los votos, la candidatura de Dupont-Aignant es un obstáculo temible para Fillon.

Jean-Luc Mélenchon ha sido la gran revelación de la campaña como candidato de extrema izquierda populista, disputando a Fillon el tercer puesto entre los posibles ganadores. Sin embargo, el candidato de Francia Insumisa debe afrontar la competencia de otros dos candidatos de extrema izquierda: Nathalie Artaud (trostkista) y Philippe Poutou (anticapitalista) pueden conseguir unos votos preciosos para recortar las aspiraciones del candidato de la extrema izquierda.

Hundimiento del PS

Esa balcanización palmaria del paisaje político francés tiene otro matiz histórico: el patético hundimiento del socialismo nacional. En los últimos sondeos, Benoît Hamon, el candidato oficial del PS, apenas se cotizaba con el 7-8% de las intenciones de voto. El peor resultado potencial de la historia del PS. Un desastre anunciado, consecuencia última de la herencia de François Hollande y del comportamiento esquizofrénico del candidato socialista.

Hamon ha optado por una tercera vía que puede conducirlo al suicidio político: «Sí al pacto fiscal europeo, pero para renegociarlo desde la izquierda», «sí a la UE, pero para renegociar los tratados y democratizarlos»… Proyectos ultrateóricos, que contrastan con la claridad meridiana de los cuatro candidatos que pueden aspirar a la segunda vuelta.

La pareja Le Pen/Mélenchon defiende con claridad un proyecto de ruptura con Europa y la sociedad abierta, en defensa del búnker ultra nacionalista.

La pareja Fillon/Macron defiende con claridad los pilares fundacionales de la Alianza Atlántica y la UE, la política monetaria de la zona euro, y el respeto de los compromisos de Estado con esos pilares del sistema político occidental.

A partir de tales propuestas antagónicas, el voto francés parece llamado a influir en toda Europa, a favor o en contra del búnker ultra nacionalista o la sociedad abierta.

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