Golpe de Estado en TurquíaMandos de las Fuerzas Aéreas, señalados como responsables de la conspiración

Pocas personas en Turquía esperaban este golpe de Estado. El presidente Recep Tayyip Erdogan parecía tener al Ejército controlado y contento, después de haberse acercado a ellos especialmente tras la reanudación de la guerra contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Visto lo ocurrido en Turquía durante las últimas horas, no era así.

Todavía hay muchas dudas sobre quién está realmente detrás del levantamiento de una parte de este ejército que, tradicionalmente, ha sido el bastión de la élite laica del país. No obstante, el dedo acusador de Erdogan se ha posado sobre la figura del predicador Fetula Gulen, líder de un movimiento islamista, aunque este en principio tiene una influencia más bien moderada entre los uniformados.

Lo cierto es que tres son los jefes militares detenidos. Akin Ozturk, exresponsable de las Fuerzas Aréas con mucho predicamento entre los suyos, es considerado como una de las mentes detrás del plan golpista. Las fuerzas aéreas han tenido un papel destacado en la corta y sangrienta revuelta. Los sublevados se hicieron con una serie de helicópteros que utilizaron para atacar algunas posiciones estratégicas que ocuparon y mantuvieron durante pocas horas. Incluso llegaron a derribar un cazabombardero F16. No obstante, en ningún momento se hicieron con el control de estos aviones de guerra, que estuvieron sobrevolando las ciudades de Estambul y Ankara durante toda la noche.

Los otros dos jerarcas de las Fuerzas Armadas detenidos como responsables del golpe son los jefes del Segundo y Tercer Ejército, Adem Huduti y Erdal Ozturk. Los tres serán juzgados por traición.

Estos son los tres primeros militares que han fracasado al dar un golpe de Estado en Turquía. A la quinta fue la vencida. Después de las sublevaciones militares de 1960, 1971, 1980 y 1997 (técnicamente los militares no intervinieron en las calles, pero sí presionaron hasta obligar a dimitir al primer Gobierno proislamista elegido democráticamente en el país), un Ejecutivo lo suficientemente fuerte como para resistir a la sublevación militar. En total han sido 2.839 militares detenidos en un solo día, incluidos oficiales de alto rango, según ha anunciado el primer ministro Binali Yildirim.

El caso Ergenekon

Durante muchos años se ha señalado a los juicios del inmenso caso judicial de Ergenekon como la derrota última del Ejército a manos del entonces primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Ergenekon consistió en una serie de procesos legales abiertos contra decenas de miembros de las Fuerzas Armadas, así como de otros altos funcionarios, bajo la acusación de conspirar contra el poder Ejecutivo.

Sin embargo, parece que la verdadera primera derrota de los militares turcos ha llegado en este 15 de julio de 2016, una fecha inscrita ya a fuego en la historia de Turquía.

Teoría conspiratoria

Las dudas acerca de la autoría del plan continúan impregnando todas las explicaciones sobre el suceso. En Turquía, un país muy dado a las conspiraciones, han circulado todo tipo de teorías. La favorita, sin duda, ha sido la de que todo esto ha sido preparado por el propio presidente para afianzar su poder.

Completamente «off the record», un analista de una respetada ONG internacional señalaba que los gulenistas seguían siendo una facción muy importante dentro del Ejército, aunque no lo suficiente como para poder llevar a cabo con éxito una operación militar de tal calibre, como un golpe de Estado. De lo que no hay duda ahora es de que Erdogan ha surgido de este caos mucho más reforzado, aclamado por las masas como paladín de la democracia, el mismo hombre que es denunciado por decenas de organizaciones como un político de inclinaciones autoritarias. Seguro que es un final que ninguno de estos militares sublevados habría querido ni imaginar.